La boda de Katia y Ferran en Barcelona, Barcelona

Cuando llegamos al Ayuntamiento de Barcelona con el coche de bodas, me esperé en el Saló Carles III, mientras Ferran estaba junto a los invitados en el Saló de Cent donde iba a tener lugar el enlace a las 12h. Un lugar precioso para casarse, lleno de historia y un orgullo para cualquier catalán. A la salida del Ayuntamiento, fue muy divertido el hecho de que las corrientes de aire levantaron todos los pétalos y hasta llegaron a entrar dentro del Ayuntamiento. Quedó precioso el Ayuntamiento con una alfombra de pétalos lilas y blancos.

Después de la ceremonia, que duró media hora, nos desplazamos al Parque del Laberinto de Horta. Un sitio espectacular para hacer fotos románticas lleno de rincones por descubrir. Gracias a la experiencia de nuestros fotógrafos, recorrimos el parque en busca de estos rincones y quedaron unas fotos muy artísticas.

El banquete tuvo lugar en el Hotel La Florida del Tibidabo. No fue fácil encontrar un hotel en Barcelona con una sala pequeña que tuviese terraza privada y vistas a toda Barcelona. Fue realmente impresionante hacer el pica-pica de bienvenida con vistas a la ciudad. Además tuvimos un día soleado, con un poco de viento aunque lo justo para poder disfrutar al exterior.

Antes de empezar el banquete, subí a la habitación del hotel con los fotógrafos para hacerme unas fotos con mi vestido de novia de volantes y los pétalos violetas y blancos. ¡Quedaron preciosas! Mi vestido de novia se prestaba para ello. Llenamos la habitación de pétalos y lo pasamos en grande.

A las 15h empezamos con el pica-pica en la terraza del salón del banquete y nos deleitaron con un menú espectacular que no habíamos probado previamente y que resultó exquisito. Después de la tarta, sorprendimos a los padres de Ferran con un vídeo que habíamos montado para conmemorar su 40 aniversario de bodas que iba a tener lugar el día siguiente.

Después de dar el ramo y la liga, cambiamos de sala para poder realizar la actividad que habíamos preparado para amenizar la tarde. Como buenos amantes del juego del Trivial, preparamos un juego de ordenador que proyectamos en la sala con 108 preguntas divididas en 6 categorías. Cada pregunta mostraba una fotografía de uno o varios de los invitados. Las preguntas estaban relacionadas con momentos y detalles de las vivencias que hemos compartido durante los últimos 16 años con cada uno de los invitados.

¡Quedaron gratamente sorprendidos! Las preguntas les hicieron recordar muchas fechas señaladas. Estaban todos impresionados y a la vez entusiasmados. La partida duró un par de horas y al finalizar entregamos los regalos de boda que no podían ser otros que trofeos de trivial personalizados para la ocasión.

Hacia las 21h dimos por terminado el evento, nos despedimos de los invitados y nos retiramos a la habitación del hotel para seguir disfrutando de la noche de bodas.

¡Un día inolvidable para nosotros y las personas que más queremos!