La boda de Juan y Rocio en Castelló/castellón De La Plana, Castellón
Elegantes Primavera Beige 1 profesionales
El 03/06/2017 347 4 0
J&R
03 Jun, 2017
El día de nuestra boda
Sonaba el despertador a las 06:30 horas. Empezaba uno de los días más especiales del año. Empezó el día lloviendo, diluviando, y aunque dicen que novia lluviosa, novia dichosa, yo estaba de los nervios al ver que no podríamos disfrutar igual de este día.
Fui a la peluquería y llegué a casa a las 10. Seguía lloviendo y mis nervios aumentando. A las 11 llegó el fotógrafo e hizo todas las fotos que podría soñar, y para mi sorpresa, al salir de casa dejó de llover. Tenía que estar a la 13:00 horas en la iglesia y a las 12:45 vino una limusina a por mí y mis padres.
Sin saber nada, un poco antes de la iglesia, me esperaba mi familia con una gran sorpresa: ¡un caballo blanco! pero no un carruaje, un caballo para montar a lo amazona, mi gran sueño. Lloré como una magdalena y, pues allí que fui yo, a la iglesia montada en un caballo.
Llegamos y esperé a que entrará todo el mundo, y cuando entré vi a mi maravilloso marido, de militar, de gran gala, guapísimo, radiante. Me emocioné, estaba tan guapo... Intercambiamos palabras, anillos y armas, y aunque la ceremonia apenas duró 20 minutos, fue intensa y llena de emociones.
Seguir leyendo »Al salir nos esperaba el paseo de sables. ¡Espectacular! Tengo que darle un beso a mi marido para poder salir de él y, bueno, nos fundimos en un tórrido beso...
Al terminar todo eran besos y abrazos, lágrimas y sonrisas. Nos hicimos las fotos con la familia, amigos y nos fuimos al restaurante. ¡Hicimos entrada triunfal! Y nos bebimos una copita de champán, para ir quitando nervios.
Nos pusimos a comer, toda la comida genial y vino el momento de la tarta, nos reímos mucho ya que nos comimos nosotros buena parte. Al terminar dimos ramos a las abuelas de parte de cada uno y a mi madre y la suya, y nos emocionamos los dos. Mi ramo no lo lancé, ya que se lo di a mi mejor amiga con la que lleva 10 años con su novio, y ya va siendo hora de que se lo pida...
Dimos los detalles, comimos chuches, bailamos y reímos. Y es verdad eso que dicen que el día se pasa rápido, pero lo volvería a repetir una y mil veces más.
El mejor día de mi vida, el de mi querido marido y el de todos los que nos acompañaron.
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