La boda de José Manuel y Sheila en Lugo, Lugo

Cuando acabamos allí fuimos a casa de mis padres a hacer un poco de tiempo. Jose salió primero para esperarme en La Palloza, en el altar. Al cabo de 15 minutos salimos en el coche de alquiler y de camino para allá fuimos hablando y riendo, los nervios afloran y las ansias por llegar me devoran.

Llegamos y el conductor pitó para que todos supiesen que la novia ya llegó. Enseguida se reunieron todos allí para sacar fotos al coche, la novia, el padrino, a todo.

Fuimos hasta el altar mi padre y yo, le doy un beso y Jose me ayuda a sentarme ya que nos pusieron un par de sillas en el altar para Jose y para mí.

La ceremonia fue preciosa, la lectura de Eva, la oficiante de ceremonia, nos ayudó un montón guiándonos en todo momento. Llegaron las lecturas, pasó al altar la prima del novio y nos leyó un texto del principito, me emocioné muchísimo, ella estaba nerviosísima se le notaba en la voz, le temblaba; justo después subió la mujer de mi padre, fue una sorpresa porque pensamos que iba a leer solo la prima de Jose, leyó la redacción que hizo ella de su puño y letra con todo su corazón, me volví a emocionar. Después llegó el momento de leer nuestros votos, los dos con sonrisas de oreja a oreja, acto seguido la ceremonia de la arena, las firmas de los novios y testigos. Beso de los novios.

Toca salir de la ceremonia, nos lanzan arroz y serpentinas, intentan lanzárselo todo a Jose pero termina todo por dentro de mi vestido.

Comienza el recibimiento de "felicidades" y dos besos. Vinieron todos los invitados guapísimos, irreconocibles, tuve que mirar dos veces a la mayoría para saber quién era quién.

Empezamos con las fotos de familia, amigos, etc. También toca fotos con el coche para algunos invitados.

Después de la sesión fotos toca ir al aperitivo, se nos acerca el jefe de Jose para decirnos que la ceremonia le gustó muchísimo, preciosa, y bueno que ver a Jose con traje fue su mayor ilusión. Llegamos nosotros al aperitivo y entramos con el novio gritando "Viva los novios" todos se rieron y contestaron "Viva". Seguimos con fotos por las mesas y preguntando a la gente que tal todo. Todos coincidieron en que la ceremonia, preciosa. Atendí una llamada importante para mí y ya comenzaron todos a entrar y sentarse en sus mesas.

Se nos acerca nuestro guía y nos dice que vamos a entrar, que le sigamos con amplias sonrisas y vamos a brindar y a cortar la tarta. Después de hacerlo todo con sus respectivas fotos nos llevaron a la mesa presidencial y allí nos sentamos para cenar.

La cena fue muy entretenida. Se nos acercaron para preguntarnos si el tabaco que había fuera era cosa nuestra o del restaurante, a lo que respondimos que era cosa nuestra (pusimos una cestita con cigarros para los fumadores), enseguida comenzaron a hacer turnos para salir a fumar. La comida estaba buenísima, nadie pero nadie salió con hambre. Se acerca mi padrino a darme un beso y hablar con nosotros y le comento que el sorbete de mandarina está buenísimo, él me contesta que no puede más y que además no es mucho de sorbete, le contesto que este sí, que ya verá; llega el sorbete y nos dice desde la mesa "Está buenísimo, pero da un trabajo...". Todos repitieron el sorbete. Terminamos con la tarta y vamos mi madre y yo al baño a recoger la cola del vestido para el baile.

Llegamos a la mesa y me dice el camarero "¿café?" le digo que sí, pero no puede tomarlo ya que la gente se impacientaba y quería fiesta. Así que vamos a la pista y bailamos. No dijimos nada así que el baile fue sorpresa, hicimos un remix compuesto de vals, “Rock that bady” de Black Eye Peas, “You make me” de Avicci y “Hung up” de Madonna, todos quedaron sorprendidos y les gustó mucho, nos salió un churro pero todos se divirtieron mucho, que era lo que queríamos. Después bailamos la canción “Te quiero, te quiero” de Nino Bravo con los padrinos. A continuación toca fiesta con música de los años 80 y 90 y algunas actuales por peticiones de los invitados.

Fue un día agotador, pero mereció la pena y repetiría sin dudarlo y en el mismo sitio. Nos lo pasamos todos genial.

Así que resumiendo: inolvidable.

José Manuel y Sheila, "hoy, mañana y siempre”. 01-08-15.