La boda de Jose y Esther en Rubio, Barcelona

Cuando empiezas, y más nosotros que somos los primeros del grupo y hemos ido a pocas bodas, no tienes ni la más remota idea de todo lo que se llega a hacer y todos los "protocolos" que hay, pero poco a poco vas descubriendo y te lo vas haciendo tuyo.

Los que nos conocen saben que somos personas super detallistas, que nos gusta sorprender y cuidar todos los detalles, siempre pensando en los demás. Ellos lo saben, así que sus expectativas eran muy altas y teníamos que conseguirlo.

Lo primero es escoger la fecha, pero la fecha en definitiva la determina o el Ayuntamiento (o Iglesia) dónde te cases o el restaurante dónde celebres la boda. En nuestro caso fue el restaurante, sitio del qué nos enamoramos sólo enterar. Ellos nos ofrecieron la posibilidad de hacer la ceremonia ahí mismo con validez legal y cómo queríamos que fuera lo antes posible nos ofrecieron el 25 de Marzo, cumpleaños del novio. Qué mejor forma que celebrar los 30.

Con el restaurante ya nos habíamos excedido del presupuesto que teníamos inicialmente, así que a partir de ahí decidimos tirarnos a la piscina y montarla (con cabeza) a nuestro gusto, a ver qué salía.

A partir de ahí, el resto de cosas ya vinieron solas, fueron 8 meses larguísimos pero cortos al mismo tiempo. Siempre teníamos cosas que hacer. Prueba del menú, el vestido, los anillos, las decoraciones, los detalles de invitados, las invitaciones, página web, regalos, fotos, vídeo, música, aperitivo, ceremonia, papeleo, logística, maquillaje, peluquería, complementos... y una larga lista de cosas que se nos iban ocurriendo poco a poco, hasta el último momento tuvimos ideas.

Pasamos días de todo, de nervios, de alegría, de tristeza, enfados, risas, estrés... pero aunque el día de la Boda sean sólo unas horas, los 8 meses de preparativos (en nuestro caso) también han sido Boda. Lo hemos disfrutado, construido y vivido juntos, sólo por esos momentos ya ha valido la pena.

Por otro lado, no sé si suerte o buena búsqueda estamos super agradecidos y contentos con todos los proveedores, todos han resultado un enorme éxito, fácil trabajar con ellos y con excelentes resultados a precios justos.

Y bueno... el punto culminante es el gran día. Y qué día! Lo repetiríamos mil veces más, quizás no fue la boda con más gente del mundo, ni la más rica, ni la más ostentosa, ni de revista, ni con todas las marcas del mundo, pero fue nuestra boda, no faltó nada y tanto nosotros como los invitados (que a día de hoy siguen recordándolo y felicitándonos) lo pasamos bomba.

Así que, a todo el mundo que os pregunte por qué os gastáis tanto dinero, porqué no sólo firmáis, por qué os casáis, solo compadeceros de que no hayan podido vivir un momento igual que el que viviréis vosotros.

Ahora ya no nos queda nada más que seguir recordando todos los momentos durante el resto de nuestra vida y por ahora seguir con muchas ganas de ver todas las fotos y vídeo del gran día que nos tienen que llegar todavía.

Supongo que todas y todos los que hayáis descubierto Bodas.net es porqué ya os habéis decidido a dar el gran paso, pero tanto si es así como si no, nuestro consejo es que disfrutéis todos los momentos. Desde los preparativos hasta el final, siempre haciendo caso de vuestro instinto, con vuestro estilo y vuestras ideas, sólo así podréis disfrutarlo tanto como nosotros lo hicimos.