La boda de Jordi y Lorena en Llinars Del Valles, Barcelona

Incluso el trayecto hacia Can Biel en el coche de un gran amigo fue de lo más divertido, bromeando que nos íbamos a fugar y que los invitados esperaran sentados. Hubo muchas risas, porque no entendimos bien unas indicaciones y subimos hasta la zona "peligrosa" y casi me ven antes de hora. Pero dimos marcha atrás ¡y todo arreglado!

La ceremonia, con vistas al Montseny, fue preciosa, acompañada de las sobrinas más guapas del planeta. Mi madre y mi amiga de toda la vida nos dedicaron unas palabras que nos llegaron al alma. Incluso una amiga recitó un texto con las palabras que mi padre no era capaz de expresar. ¡Qué gran momento!

Realizamos la ceremonia de la arena con la ayuda de la hija de una amiga y me atreví a cantarle a mi futuro marido "Thousand years", acompañada con el mágico saxo de Pep Poblet, que nos acompañó también en el posterior aperitivo.

La sesión de fotos las realizamos en el mismo restaurante, en unos jardines preciosos. También fueron momentos muy divertidos, gracias a la profesionalidad de Doble Imatge Vallés que sacaron lo mejor de nosotros. El aperitivo fue un éxito, con comida deliciosa y preciosas vistas. Me quedo con el momento conga que realizamos la mayoría de invitados.

Antes de entrar al Restaurante proyectamos un vídeo parodiando varias películas y la verdad es que la gente aún me recuerda ese momento.

Disfrutamos 100% de todo: de la comida, de la alegría de entregar los regalos, de las sorpresas que tuvimos, del momento liga, de nuestro baile mitad "Stand by me" y mitad Bollywood con mis bailarinas preferidas y de la posterior fiesta, claro está.

La gente estaba feliz. Las familias se unieron para siempre y todo era idílico, perfecto. No cambiaría nada de este día. Teníamos muy claro que el momento tan esperado tenía que ser una gran fiesta: La fiesta de la vida, la fiesta de la amistad y, sobre todo, la fiesta del amor más puro en todos sus niveles.