La boda de Jordi y Laura en Matadepera, Barcelona
Rústicas Verano Beige 8 profesionales
J&L
09 Sep, 2016El día de nuestra boda
¡Es real que el día de tu boda es inolvidable! Toda la gente te dice lo de prisa que pasará, y no lo crees hasta que lo vives... Pero aún y así, aunque todo pasó volando, ¡puedo afirmar que disfrutamos cada momento muchísimo!
Nuestra boda, ¡sin duda fue nuestro día! Lo compartimos desde el primer momento que nos comprometimos: todos los preparativos, la planeación, la búsqueda de proveedores, las canciones, el pensar en cómo queríamos la ceremonia, quién hablaría, qué bailaríamos... Todo lo pensamos al detalle y la verdad es que nos salió incluso mejor de lo que pudimos haber imaginado.
Puedo decir que nuestra boda fue libre de estrés y llena de recuerdos y momentos únicos. Por supuesto que una boda es muchísimo trabajo, pero tengo claro que si lo llevas bien organizado, y tú y tu pareja comparten el mismo estilo de boda que quieren y sobre todo si los 2 se involucran al mismo nivel con la boda... Es todo mucho más sencillo.
Empezamos el día despertando en el hotel Double Tree by Hilton La Mola, que está a 10 minutos de la Masía La Tartana... Nos despertamos sin estar nerviosos, dormimos como bebés la noche anterior, ¡así que lo único que queríamos era que llegara ya el momento! Estábamos muy emocionados por la mañana, desayunamos juntos (mi familia, que viajó desde México para venir a la boda también estaba en el hotel, así que desayunamos juntos todos).
Seguir leyendo »Después, ¡empezaron los preparativos! Jordi se fue a casa, y yo me quedé en el hotel, vino mi mama, probamos el vestido (queríamos estar seguras que lo supiera poner, los botones, recoger la cola, etc.). Vimos que todo salió bien, ¡y nos quedamos muy tranquilas!
A las 11.30 llegó Imma (que es quien me iba a peinar, ¡por cierto la super recomiendo!), todo salió muy bien, en tiempo... Me llevó un hermoso regalo, un ramo de lavanda seca (que me encanta la lavanda, ¡y además era parte de nuestra boda!), y después a las 12.30 llegó Nikoleta, quien me iba a maquillar (¡también super recomendada!)... Los tiempos salieron perfectos, no hubo retrasos, yo tenía un playlist de música de Spotify, y no llegaban los nervios, todas estábamos ahí, hablando, escuchando música, mi mamá tomando fotos y vídeos que iba enviando a México... Era todo muchísima emoción y ganas... Pedí algo de comer mientras me ponían el tocado, ¡para no ir con la barriga vacía a la boda! Importante mencionar que mientras me estaban arreglando recibí un ramo de flores hermoso que venía enviado por dos de mis mejores amigas de México, con una dedicatoria hermosa "para la novia más bonita", me hizo sentirlas cerquita!
Después, llegaron mi papá, mi hermano y mi amiga Miriam, que vino desde México, ¡empezaron los nervios ahora sí! Llegó el equipo de foto y vídeo, ¡y ahí sentí que todo de verdad ya empezaba! Fotos y vídeo poniendo el vestido (vestido de Jesus Peiro), el velo, joyas, etc.! El fotógrafo había estado con Jordi en nuestra casa antes de venir al hotel, y a él también le hicieron fotos con su familia, arreglándose.
Olvidé decir que mientras todo esto pasaba, el pronóstico de lluvia era bastante alto, todo apuntaba a que llovería sobre las 04:00/05:00 pm, ¡y la ceremonia era a las 06:30 pm! Los que estaban conmigo decían que no llovería, pero yo creía que sí. Aún y así no estaba preocupada, porque sabía que en La Masia, ¡el plan B era muy bonito también! ¡Por lo que decidí no preocuparme por eso!
Después, ya estando lista y en tiempo... ¡Llegaba el momento! ¡Iba a ver a Jordi! Eran las 03:45 pm...
Nosotros decidimos hacer el "first look" porque así es como se hace en México, y cuando se lo propuse a Jordi, ¡a él le encantó la idea! Explico un poco más de que se trata del first look:
Los novios se ven antes de la ceremonia (¡y ni caso a eso que es de mala suerte ni mucho menos!), lo único que puedo decir, es que es algo que recomiendo al 100%, pues te da la oportunidad de vivir ese momento de emoción en intimidad, de hablar, reír, llorar, ¡de todo! Fue un momento totalmente nuestro (y de los 3 cámaras que había con nosotros, pero fue tan mágico que en mi recuerdo no están ellos 3, ¡ni los sentimos!). Tuvimos tiempo para vernos, ver nuestros vestido/ traje, hablar de cómo vivimos los preparativos cada uno, de asimilar que ya era el momento, aquí y ahora, estábamos a punto de casarnos, ¡y más felices era imposible estar!
Después de 10 minutos de estar en ese momento de magia, el fotógrafo nos dijo que era momento de hacer las fotos... Alcanzamos a hacer algunas en exterior, y... ¡Llegó la lluvia! El cielo se veía bastante oscuro, por lo que yo pensé que no pararía de llover… ¡Pero no fue así! ¡La lluvia paró y nos dio tregua! Pudimos hacer la ceremonia y el aperitivo al aire libre, ¡tal como estaba planeado!
Esas horas entre fotos e inicio de ceremonia, ¡pasaron volando! Llegó nuestra familia también, y nosotros habíamos pedido a la Tartana que nos tuvieran una botella de nuestro vino favorito bien fría, para cuando termináramos las fotos, así que tuvimos tiempo de "descansar", brindar, ¡y prepararnos para la ceremonia!
Desde las ventanas de la masía (nosotros estábamos dentro y arriba), podíamos ver cómo llegaba la gente (¡y ellos no nos veían a nosotros!), esos momentos son super emocionantes, ver a todo mundo que quieres ahí, listo para acompañarte... ¡Wow!
06:15 pm y Jordi se bajó a la ceremonia, ¡a recibir y saludar a la familia y amigos! Ahí empecé a sentirme más nerviosa... Estaba a 15 minutos de hacer la entrada, ¡y por fin casarnos!
La ceremonia fue mi momento favorito de la boda… Fue muy emotiva para nosotros, no había lluvia, hacía bastante calor, pero empezó a refrescar y pudimos estar a gusto... Hablaron 3 personas importantes para nosotros durante la ceremonia, que fue oficiada por la Alcaldesa de Matadepera. ¡Las palabras que nos dijeron fueron muy emotivas y divertidas! Además, mi suegro nos sorprendió cantando una canción para nosotros, y uno de los momentos más emotivos fue cuando el abuelo de Jordi nos llevó los anillos (él había estado muy enfermo en los últimos meses, y tenerlo ahí con nosotros entregándonos los anillos, con su ejemplo de matrimonio de más de 60 años... ¡Le sacó las lágrimas a más de uno!).
¡Acabó la ceremonia y empezó el pica-pica! Gracias a que ya nos habíamos tomado las fotos, ¡pudimos disfrutarlo casi todo (¡ese momento si que pasó volando!)! Entre que saludas a toda la gente, etc., ¡pasa rapidísimo!! Hacía calor, pero al ser terraza en la montaña, después empezó a refrescar y estuvimos mejor, la comida estuvo genial, teníamos varias estaciones de buffet (¡incluyendo una mexicana por supuesto!), una pata de jamón, barra de quesos etc. Y varios camareros también pasaban con bandejas de comida, ¡comida no faltó!
Después vino la cena, los regalos, todo eso que pasa tan rápido, ¡pero es cuando todo el mundo ya está más relajado y con ganas de fiesta! Todo salió genial, tuvimos unas sorpresas increíbles e indescriptibles (¡entre ellas un vídeo con muchísimos de nuestros invitados haciendo bailes y dándonos mensajes al ritmo de "Around the world!", la gente y la vibra, ¡para nosotros era inmejorable!).
De regalos a nuestras madres dimos varias cajas personalizadas de Godiva, a nuestros padres un bolígrafo Cross, al abuelo le dimos una foto impresa del momento en que nos dio los anillos (¡compinchados con el fotógrafo, que la editó e imprimió en el momento!), a la abuela un ramo de flores y a los "novios" les dimos algo más original, eran 6 parejas, así que los cogimos a todos al ritmo de una canción, los llevamos a la "pista de baile" y ahí les esperaba una caja grande con sus nombres, ¡tenían que abrirla! ¡Eran unos globos personalizados por pareja con el mensaje de "Queremos bodorrio" y sus nombres! Y adicional, a mí que me encanta el scrapbook, les hice un mini álbum por pareja, ¡que iba atado al globo (los globos los hizo Pluie de confettis)! Y por supuesto, los tradicionales novios del pastel se los dimos a la pareja que lleva muchísimos años juntos, y que tienen ya una colección de novios tremenda, ¡así que queríamos contribuir (un poquito de broma loca con ellos)!
En fin, el baile salió genial, también bailamos yo con mi padre y Jordi con su madre, ¡y llegaba el momento de la fiesta! Más de 5 horas con dj, mucho alcohol, muchas risas, muchas fotos (Fotomaton Barcelona) y mucha diversión. ¡Fue un día/ tarde/ noche mágico!
¿Y lo mejor de todo? ¡Que nos queda una segunda parte! Una segunda boda, ya que también nos casaremos en México en abril del 2017, ¡así que ahora esperamos con muchas más ganas la siguiente boda!
¡Hasta aquí mi reseña!
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