La boda de Joni y Laura en Sallent, Barcelona
De noche Verano Blanco 6 profesionales
El 27/07/2019 193 0 0
J&L
27 Jul, 2019
El día de nuestra boda
El día más feliz de nuestras vidas.
Tenía que llover. Estábamos nerviosos, pero teníamos ganas de que ser las 17 horas para poder empezar la boda.
A las 15 horas nos dijeron que había dejado de llover y que se podía celebrar la ceremonia en los jardines, tal como teníamos previsto. Fue un alivio porque no nos gustaba mucho el plan B. Así que abandonamos el paraguas y nos pusimos rumbo a los jardines.
La ceremonia fue muy emotiva. El maestro de ceremonia explicó cómo nos conocimos, y los amigos más cercanos nos dedicarnos unas bonitas palabras y nos saltaron las lágrimas.
Mi marido y yo estábamos en una nube. Este día no nos quisimos hacer muchas fotos, porque queríamos estar con los invitados. Y la verdad es que esto fue un acierto. Queríamos dedicar un ratito a cada uno de los 180 invitados que había.
Estábamos tan felices de haber juntado a toda nuestra gente querida, que se nos olvidó comer durante el aperitivo. Solo nos abrazábamos con todo el mundo. Para amenizar el rato del aperitivo, contratamos a un mago que hacía pequeños trucos con carta a los invitados. Nosotros no lo vimos, pero los invitados alucinaron. También había un photocall y un rincón para dejar su huella.
Seguir leyendo »Durante la cena, la cosa se empezó a desmadrar. A media comida hacíamos la conga, no paraban de gritar "¡qué vivan los novios!" y "¡qué se besen!". Nos lo pasamos genial, las horas parecían minutos y de golpe, ya habíamos cenado y tocaba dar los detalles a los más próximos.
El detalle que dimos a los invitados fue una foto grupal que nos habíamos hecho después de la ceremonia con un escrito dando las gracias por haber compartido ese día con nosotros. También repartimos ocho futuros novios; uno para cada grupo de amigos que había en la boda (amigas de la universidad, amigas del pueblo, amigos del novio, amigos del trabajo, etc.). Un reloj para los padres, un collar para las madres, un detalle para el padrino y el ramo de novia se lo regalé a mi hermana pequeña. Otro momento de lo más emotivo.
Ya era de noche y los invitados tenían ganas de juerga. Así que empezó el baile. El primer baile como matrimonio fue una parte romántica con una canción de Ed Sheraan y terminamos bailando una canción marchosa con una coreografía cutre que nos hizo mucha gracia. Aquí los invitados se añadieron a la pista de baile. Estuvimos bailando, cantando y bebiendo hasta las 6 de la madrugada. Ya se hacía de día, pero no queríamos que la noche terminara nunca.
Sin lugar a duda, el mejor día de nuestras vidas.
Nos gastamos muchísimo dinero, pero repetiríamos sin pensarlo.
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