La boda de Jonathan y Laura en Rubi, Barcelona

El día de nuestra boda

El día de nuestra boda nos encantó y lo disfrutamos muchísimo, ¡repetiría sin lugar a dudas! Fue una boda íntima y emotiva, rodeados de las personas que más queremos. Además, salió mejor de lo que nos esperábamos y si retrocediéramos volveríamos a contratar a los mismos proveedores.

Mi marido y yo llevábamos unos años prometidos, pero no nos decidíamos a dar el: "Sí, quiero", ya que nos sentíamos perdidos y no sabíamos cómo deseábamos celebrar ese día ni por dónde empezar. Hasta que, hace nueve meses, aproximadamente, decidimos acudir al juzgado y empezar los trámites para poder contraer matrimonio. Pasados unos meses nos llamaron indicándonos que ya se había resuelto y que debíamos pedir fecha. Nuestra sorpresa fue que únicamente había tres para elegir, así que elegimos una de ellas y nos pusimos manos a la obra. La boda era en tres meses.

Empezamos a visitar proveedores y la verdad que a la que conocíamos a uno sabíamos que no podíamos haber hecho mejor elección.

El día de la boda, con los nervios a flor de piel por los cambios en el tiempo y por el poco tiempo de preparación, fue inmejorable para nosotros. Una boda relajada e íntima que se adaptó en todo momento a nosotros y a los invitados.