La boda de Jonathan y Judit en Arucas, Las Palmas
En el campo Otoño Granate 2 profesionales
J&J
05 Oct, 2013El día de nuestra boda
Hola a todos, a pesar de la dificultad intrínseca que supone el redactar un evento tan cargado de sentimientos, intentaremos plasmar con palabras todo lo que vivimos y sentimos en los previos, día de celebración y postboda.
Después de 13 años de noviazgo, queríamos que nuestro enlace fuese especial y, puesto que nos encanta el cine, decidimos realizar una boda temática titulada: "Una boda de Cine". Para ello, nos hicimos un book fotográfico y confeccionamos nosotros mismos nuestras invitaciones mandándolas a imprimir a Italia. Entregamos invitaciones para las familias y unas especiales para los niños, porque queríamos que se sintiesen partícipes en el evento. Diseñamos los sobres y entregamos todo lo que habíamos confeccionado con tanto cariño. Teníamos 315 invitados, con lo que el reparto fue bastante duro.
La verdad es que somos personas bastante creativas. Toda la programación, decoración, organización, comida, castillos hinchables, DJ, corrió de nuestra cuenta. No obstante, ese día queríamos disfrutarlo a tope, por eso contactamos con una chica organizadora de bodas y le dijimos cómo habíamos programado todo y le contamos cómo de especial queríamos que fuese nuestro día. Ella y su equipo llevaron a cabo toda la programación pactada al detalle.
Seguir leyendo »Debo comentarles que nuestra boda fue a las 12:00 horas y duró hasta las 03:00 de la madrugada. Estamos hablando de 15 horas de boda, ya se pueden imaginar. Lo celebramos en una villa que nos ofreció un amigo, la cual quedó simplemente espectacular. Situada en medio del campo, con vistas espectaculares y donde pudimos disfrutar de un anochecer de cine junto a todos nuestros invitados. Pensamos en todo, queríamos que fuese especial y colocamos figuras de Óscar gigantes, alfombra roja, photocall de cine con millones de accesorios, videomatón para que los invitados dejasen su mensaje. La verdad es que, a pesar de no dedicarnos a ello, nos encanta el diseño y la decoración y todo lo citado fue diseñado por nosotros, incluyendo a mis perritos en uno de los montajes (quería que de alguna manera ese día estuviesen con nosotros). Solicitamos todo a una imprenta online que trabaja fenomenal.
Ese día fue todo tan rápido, pero tan bonito. Desde bien temprano estuvo en casa de mi madre una de mis amigas que, junto con su familia, me compraron el velo y la tiara para el pelo. Fue tan especial que alguien tan de tu confianza te prepare con ese cariño. Para empezar, me iban a llevar a la iglesia en un coche que nos habían prestado unos amigos y, sorpresa la mía, cuando al salir de casa veo una limosina blanca de ensueño en la puerta esperándome. El chófer me entregó una carta de unas amigas que me la habían contratado y que decía: "a una princesa no se la puede llevar de otra manera”. ¡Imaginaos que inicio de cuento de hadas!
Ya en la iglesia, estaba todo el mundo esperándome. Llegué junto al otro hombre de mi vida, mi hermano y mis tres princesas pequeñas, ¡una escolta inmejorable! Durante la ceremonia, nos cantó la hermana de una de mis mejores amigas, una niña que vi crecer y que desde muy pequeñita me decía: "el día que te cases te voy a cantar yo". Y así fue. Como si de un ángel se tratara, nos cantó en la ceremonia y nos dio la bienvenida al llegar a la celebración.
Desde el principio nos acompañó el fotógrafo, el cual se convirtió desde el primer momento en nuestro amigo. Capturó todo lo que quisimos y cuanto le dijimos al detalle. Les recomiendo que lean nuestra recomendación fotográfica para que puedan valorar el trabajo que realizó en nuestro día. Después de la ceremonia, nos trasladamos al Parque de las flores en Arucas, también para hacer un pequeño book fotográfico (no queríamos que fuese muy largo y nuestro fotógrafo lo respetó al completo). Mientras, habíamos dejado preparado en la celebración un juego para los invitados. Había una gran cartelera de cine donde cada mesa era una película y en ella se encontraban sentados los invitados. Aprovecho para felicitar a bodas.net por su programa de gestión para programar los asientos para los invitados: fácil y eficaz 100%. Mientras tomaban el cóctel de bienvenida, los invitados miraban de qué película eran y se reunían con todos los de su misma película. Se les entregaba una caja con carnets de todos los personajes de esa peli que deberían colocarse e ir identificados durante la celebración. El carnet decía: "en esta boda interpreto a Timón (por ejemplo). Además, el carnet llevaba la foto del personaje, lo que fue súper divertido. Y así con todos los 315 invitados, todo confeccionado por nosotros. La verdad que trabajamos muchísimo, pero valió tanto la pena.
Al mismo tiempo, se puso en marcha el photocall y el videomatón para que se divirtiesen hasta nuestra entrada. Cuando llegamos, nos encontramos a todos nuestros invitados esperándonos a los lados de la alfombra roja, todos ellos con el folleto con un mensaje de bienvenida y agradecimiento que preparamos y que los organizadores entregaron a cada uno de ellos en la entrada. Nos cantaron en directo, abrimos la celebración y comenzó la magia...fue todo tan bonito.
Nuestra familia, amigos y nosotros montamos toda la decoración (ellos esa mañana estuvieron trabajando durísimo para que todo estuviese perfecto), centros de mesa personalizados, portacubiertos confeccionados con servilletas para los hombres, mujeres y niños, el folleto del menú. Comimos, reímos, lloramos y, cuando nadie lo esperaba, nosotros junto con nuestros mejores amigos bailamos un flashmob de cine con los súper éxitos de Grease. La cara de los invitados cuando sonó la canción y nos levantamos mi marido y yo y de cada mesa fueron levantándose mis amigos y salimos a bailar la coreografía que llevábamos 3 meses ensayando fue inolvidable. Cuanto disfruté. Otra de las partes más emotivas de la boda fue cuando mis chicas de baile me leyeron una carta de agradecimiento deseándome lo mejor del mundo, fue uno de los momentos más especiales para mí sin duda. ¡Súper bonito! Entregamos los regalos a niños, chicas, chicos, señoras, señores. Repartimos zapatillas y abrimos el baile. Una vez más, sorprendimos a los invitados y llegaron a nuestra fiesta los castillos hinchables y pintacaras para los niños y el toro mecánico para los adultos. Ya eso fue lo más. Las fotos hablan por sí solas. Bailamos y bailamos, montamos al toro, reímos y a continuación dimos comienzo a nuestra candy bar repleta de gominolas y de una enorme tarta que confeccionamos con muchísimo cariño mi marido y yo la noche anterior a la ceremonia (de locos si lo pensamos ahora). La verdad que ahora ya podemos organizar bodas, ¡hicimos de todo! Junto a la candy bar se repartió la tarta (semifría de chocolate con galletas y de polvito uruguayo, un éxito). Ahora a cada fiesta que vamos nos piden que llevemos el postre y que sea el de nuestra boda.
También se dio apertura a la mesa del café, todo un éxito, por cierto, un cafecito calentito a media tarde para volver a cargar motores. Seguimos bailando y bailando, foto va, foto viene, y sobre las 8 de la noche, ya cuando el hambre apretaba de nuevo, dimos comienzo a un puesto de perritos calientes que habíamos programado. Imagínense la de hot dog que se prepararon. La fiesta, la comida, la música, todo continuó hasta las 3 de la madrugada cuando empezamos a recoger. Los invitados no se querían marchar, es que lo estábamos pasando tan bien. No nos fuimos de viaje de luna de miel, por eso no lo cuento (este verano a ver si puede ser y lo redacto también). Ya saben los tiempos que nos ha tocado vivir (poco trabajo e inestable) y debido a que en los trabajos no somos fijos, no se nos permitía coger vacaciones. Además, todos nuestros ahorros, como pueden ver, los habíamos gastado en celebrar nuestra boda de ensueño. Desde el principio lo preferimos así y no nos arrepentimos de absolutamente de nada. Aprovecharemos unas minivacaciones para escaparnos.
Para nuestra sorpresa, nuestros amigos nos habían preparado una velada súper romántica en un hotel rural y luego nos fuimos a pasar unos días de relax a un hotel en el sur de la isla. Después de tanto trabajo, nervios, emociones, necesitábamos ¡un Kit Kat! La verdad que no podemos decir un "me hubiese gustado que...” Nuestra boda fue como lo habíamos programado: ¡de cine!
A día de hoy, somos muy pero que muy felices y disfrutamos de la vida. Besitos a todos, espero que hayan disfrutado leyendo nuestra boda de cine tanto como lo hemos hecho nosotros redactándola. ¡Hasta pronto! Gracias por dedicar unos minutillos a nuestra crónica de amor. Les dejo algunas fotos. Espero haberles dado algunas ideas para vuestro día especial. PD: no puedo terminar esta crónica sin agradecer a toda mi familia, mi mamá, amigos, fotógrafos, coordinadores, invitados, todo el apoyo prestado y la dedicación y el amor que mostraron en todo momento. ¡Millones de gracias por todo! ¡Eternamente agradecidos!
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