La boda de Jesus y Cristina en Tarifa, Cádiz
Al aire libre Verano Rosa 7 profesionales
J&C
30 Sep, 2017El día de nuestra boda
La noche antes apenas pude dormir, como cuando de pequeña pasaba la noche de reyes. Una mezcla de sensaciones me acompañó toda la noche: ganas de ver a nuestros seres queridos, una emoción enorme que me hacía explotar en lágrimas, alegría, nervios, pensaba como estaría Jesús, si él podría dormir. Si me vería guapa, si le gustaría mi vestido... y antes de darme cuenta, estaba en pie.
La casa se encendió y empezamos con el baile de la puesta a punto. La peluquera, nada más entrar se enamoró de mi ramo, que con cariño me había preparado cotton candy. Mi madre, emocionadísima, no sabía si iba o venía; mi amigo y maquillador Rayco, estaba más nervioso que la novia, y así, de repente me di cuenta de que estaba pasando... por fin, después de una vida soñándolo, llegó el día de mi boda, y encima me iba a casar con el amor de mi vida. Lo cierto es que aunque me miraba al espejo, ni me veía. No era capaz de ver si iba guapa o no porque solo sentía, me sentía feliz y eso superaba cualquier percepción de los sentidos. Antes de salir de casa, repasaba el texto con mi padre: yo cristina, te tomo a ti Jesús... ¡ay! ¡No!, te recibo, recibo, recibo... y por si acaso nos pillaba atasco, salimos con tiempo para hablar. En el coche solos mi padre y yo: el conduciendo y yo de copiloto, riéndonos y contándonos cosas triviales como tantas veces.
Seguir leyendo »Al llegar a la iglesia de San Mateo, Jesús esperaba en la puerta ver llegar el coche para entrar y colocarse. A su entrada, el cuarteto de cuerda y el tenor entonaban una de nuestras canciones: 'What a difference a day made'; y es que como bien dice la canción, ese día el sol brillaba más, el cielo era más azul y la diferencia era él.
En la puerta mis amigas Leti y Ana, me esperaban con los ojos nublados de emoción, y en cuanto salió mi hermana a colocarme el velo, la abracé y nos colocamos frente a la puerta, casi me da un vuelco el corazón, y es que al final de la alfombra, me esperaba él, con su larga melena, impecable de chaqué, sonriendo al verme, y de banda sonora, nessum dorma.
Tratando de contener la emoción, según recorría con la vista los bancos cada vez era más difícil no romper a llorar, y es que no hubo nadie que pudiera frenar la emoción con la música en vivo y el amor que había en el aire.
Por fin, llegué a su lado, y en ese momento desapareció el resto del mundo. Los nervios desaparecían en sus ojos, así que solo le miraba a él y sonreía de oreja a oreja porque no podía sentirme más dichosa.
La ceremonia se nos pasó volando, pero cuando creíamos que todo había terminado, mi hermana, una de las personas más importantes de mi mundo, nos sorprendió con un regalo que para mí tiene más valor que nada que exista. Mi hermana salió a regalarnos las palabras más emocionantes que nadie puede desear escuchar en la vida.
Y ya, como felices marido y mujer, salimos triunfales por la puerta alzando las manos y bajo una nube de pétalos, confeti y arroz.
No dábamos abasto a dar besos y abrazos de eso de tres o cuatro segundos apretando. Yo parecía una oriental porque de tanto sonreír, solo se me veían dos rayitas de ojos. Pero tenía claro que ni el peinado, ni el maquillaje ni salir bien en la foto, eran más importantes que vivir aquel momento tan único con toda la intensidad.
En Tarifa el día acompañaba: un sol radiante y una leve brisa (que se agradecía) nos acompañaron mientras nos hacíamos fotos por las calles, sin pensar que teníamos que poner la pose buena. Estábamos tan a lo nuestro que no hacíamos ni caso a los pobres fotógrafos ni videógrafos.
De camino al hotel 100%fun, donde iba a tener lugar la celebración, cambié el velo por una impresionante pamela obra de la diseñadora, y presumiblemente mi amiga, Leticia Guindo.
El hotel, que ya tiene de por sí un jardín mágico, estaba lleno de flores, y la música en vivo de la guitarra española y el cajón, hacían de aquello un escenario idílico.
Sin haber relajado la sonrisa en ningún momento, pudimos empezar a disfrutar de nuestras familias de sangre y corazón (la familia de corazón la forman los muchos y buenos amigos que vinieron), de lo guapísimos que iban todos, y de su cariño y alegría hacia nosotros.
El catering Esca, se encargó de que todo fuera sobre ruedas durante la comida, y el colofón lo puso la confitería La Tarifeña con sus deliciosos postres, que dejaron a todos nuestros invitados con un mejor sabor de boca si cabe.
Llegaba el momento del baile; nosotros no habíamos ensayado. Pero una vez más, cuando sonó nuestra canción; esa que sonó en nuestra primera cita, esa que hemos cantado mil veces a coro, la que nos hemos dedicado mutuamente en sustitución de un te quiero; el resto del mundo volvió a desaparecer para que allí solo estuviéramos tú y yo, cantándonosla abrazados; hasta que me dijiste: ‘mira a todos los que nos quieren felices de vernos felices’, y me giraste abrazándome de espaldas. Aquello era perfecto; todo era perfecto.
Y empezó la música, y el fotomatón, y siguieron las risas, y las fotos, y las dedicatorias bonitas. Y vimos como todo el mundo se mezclaba y bailaba junto, y compartían impresiones, cruzaban teléfonos, fotos y más risas.
Ya no había nadie de una parte o de otra, ni venido de lejos, ni de aquí al lado; todos nuestros seres queridos fueron ese día una familia, nuestra gran familia.
Cuando nos desplomamos en la cama a las 3:30 de la mañana, estábamos tan llenos de amor: del nuestro mutuo y del recibido, que nos dormimos sonriendo, y es que una vez más, nos sentíamos tan felices que no sabíamos cómo o a quién agradecer lo que habíamos vivido.
Para mí, no fue un día para recordar, porque como digo, no me funcionaba la vista; fue un día para revivir, porque lo tengo grabado en sensaciones y emociones; y así ocurre que cuando cierro los ojos y vuelvo a él, vuelvo a llorar de emoción y de felicidad.
Gracias Jesús, mi amor, por haber hecho posible que ocurriera. Gracias a nuestra familia, gracias a la vida por ese regalo, el día de nuestra boda. P.D.: aún no tengo fotos oficiales, en cuanto las tengamos, subiré los detalles.
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