La boda de Jaime y Eva en Cuenca, Cuenca

¡Fue increíble verme con toda mi familia y amigos en ese momento y pensar que están contigo en ese instante tan especial y maravilloso para mí! ¡Fue increíble la sensación! Después llegó el momento de irnos. Los fotógrafos se fueron a la iglesia y yo subí para allí con el padrino más guapo que podría desear, ¡que fue mi hermano! Cuando aparcamos y llegó el momento de empezar el camino y ver a toda la gente esperando a que yo llegara, por Dios… ¡Esperándome a mí! Es que es una sensación increíble ver a tu gente y la gente que quieres a tu lado en ese día tan especial. Cuando llegó el momento de pasar, me agarré al brazo de mi hermano y me dio la mano. Todo fue bien hasta que vi a una amiga que me hizo llorar y pasé el pasillo con lágrimas de felicidad en los ojos.

Y ahí estaba él, el amor de mi vida y la persona más especial que tengo. Doy gracias por tenerlo a mi lado (no me enrollo que me lio). Ahí estaba el esperándome con una sonrisa. Todo fue perfecto. Nos casó un cura que nos confirmó a los 2, así que estuvimos bastante a gusto con él. ¡Y por fin el ansiado momento del sí, quiero! Precioso, todo de película, vamos. ¡Después nos hicimos fotos y salimos para fuera y como era de esperar nos pusieron de arroz como una auténtica paella valenciana!, Después de más y más fotos y besos, nos fuimos al NH a empezar el cocktail.

Todo perfecto y buenísimo y después la gente se fue al comedor para darnos paso a nuestra entrada al salón. No me enteré mucho de la cena ya que nos tiramos más tiempo dando regalos entre plato y plato que otra cosa. Le dimos 1 ramo a la abuela de mi marido (¡qué raro me sigue sonando!) e imaginaros, es la única abuela que nos queda… ¡Emocionante, la verdad! Después, en el primer plato pusimos otra canción y le dimos otro regalo a mi madre y mi suegra. ¡Imaginaros ahí, ya emoción pura!! Después llegó mi padrino y guapísimo hermano y le regalamos un viaje a él y mi cuñada. ¡Fue fantástico el momento! Y, por último, llegamos al postre y ahí fue mi último regalo: para mi hermana. Fue uno de los momentos más emotivos de ese día ya que entre el regalo, una carta que le escribí y el abrazo que nos dimos llorando como 2 tontas, se emocionó media boda, ¡mi chico el primero!

A los peques les pusimos una colchoneta y una monitora y los padres quedaron encantados porque pudieron disfrutar y estar tranquilos. Después llegó el momento del baile. Sí, por fin llegó ese baile que llevábamos semanas preparando solos en el salón (he de confesar que a él se le daba mejor que a mí). Pusimos la de Tthousand Years en español porque nos encantaba y quería que ese día acabara con una canción especial. ¡Todo el mundo nos aplaudió y nos dio la enhorabuena porque todo había salido perfecto y todo estaba buenísimo!! Me quedé encantada por ello, la verdad. No podía acabar mejor ese día.

¡Para mí fue un día súper especial, maravilloso e increíble y no lo cambio por nada! Animo desde aquí a todas las chicas que se animen a casarse porque es algo increíble y todas tenemos derecho a tener nuestro día y ser por un día la protagonista y que te mimen. Por último, dar las gracias a Bodas.net por ayudarnos a buscar proveedores ya que, como he dicho, hicimos todo solos y gracias por dejarnos contar nuestro día. Un abrazo y gracias.