La boda de Ismael y Elena en Colmenar Viejo, Madrid
Al aire libre Verano Marrón 2 profesionales
El 17/08/2013 1.448 3 0
I&E
17 Ago, 2013
El día de nuestra boda
Nunca pensé que sería como fue. Siempre imaginando cómo sería el día de mi boda y realmente superó mis expectativas.Fue un día maravilloso en el que sólo sabes sonreír y sonreír y seguir sonriendo porque sientes tanta felicidad dentro que no hay otra manera de exteriorizarla. Me veo en las fotos y pienso: "qué sonrisa tan sincera y llena de amor". Lo único que quieres es casarte con el que es el gran amor de tu vida y cuando te ves entrando a la iglesia (en mi caso) piensas: "ahí está, esperándome, dispuesto a realizar el pacto de pasar el resto de su vida conmigo", entonces me sentí más feliz todavía.Habíamos decidido que la noche previa la pasábamos separados, así que el día D me levanté en casa de mis padres y empezamos a ultimar detalles. Tuvimos un percance con el ramo ya que una amiga de mi hermano nos lo iba a entregar el día anterior y a las 12 del día D ¡todavía no estaba! Ya estábamos pensando en ir al campo a recoger flores cuando una prima mía se presentó en mi casa para traerme un regalo y de casualidad surgió el tema (hay una historia familiar con un ramo gafado y mi prima me dijo: "todo va a salir bien porque no llevas el ramo de Isabel"; mi respuesta fue: "¡¡por no tener no tengo ni ramo!!") así que mi prima hizo un par de llamadas y se llevó a mi hermano.De ahí yo me fui a la peluquería a peinarme y a maquillarme. Cuando mi madre llegó a la peluquería la vi un poco estresada así que pensé que todavía no habían conseguido nada con el ramo, pero no me preocupé, me dije que todo iba a salir bien. Y así fue. A las 16:30, mientras estábamos rellenando unos conos de papel de colores con pétalos para lanzar a la salida de la iglesia, se presentó mi hermano con el ramo ¡de la flor que yo quería! y ¡hecho por él! Tengo que confesar que fue el único momento del día en el que me emocioné y lloré. Iba a regalar el ramo, pero después de lo que sufrió mi hermano no pude; lo he secado y puesto en un jarrón.
Seguir leyendo »Mi vestido era el que llevó mi madre el día de su boda con unos pequeños arreglillos, no cabía en sí de gozo. Fue el alma mater de la velada. ¡Gracias mamá!
La ceremonia fue muy bonita ya que el cura era el tío de mi chico. La verdad es que la misa no la teníamos preparada porque su tío había estado hasta 3 días antes de la boda de misión en Guatemala así que todo iba sobre la marcha. Pero salió muy bien y yo me reí muchísimo. Nos sorprendió con el rito del manto, en el que se cubre a los novios con un manto como símbolo de unión. A falta de manto lo hizo con mi velo, pero dio tal tirón al velo que me lo desenganchó y ya no hubo manera de volver a sujetarlo firmemente.Luego vinieron las fotos y las felicitaciones: ¡una maravilla! Una se siente super especial porque estás rodeada de la gente que te quiere y que está celebrando tu unión con la persona que más quieres. Es una sensación de gozo inmenso.
Las fotos nos las hizo Teresa Garcia Fotografía y las hicimos en la misma ermita. Han salido fantásticas. Muy buen trabajo por su parte. No parecía que estuviera allí, fue muy comedida y no nos agobió en absoluto.Llegó la hora del convite en la finca Valquijancho del Grupo Araceli. ¡Muy buena elección! Un catering espectacular, una finca sensacional con unas vistas de la sierra inmejorables al atardecer y con un grupo de profesionales atentos a cada momento y movimiento de los novios, preguntándonos en todo momento y comentándonos cómo iba a transcurrir la velada a medida que pasaba. Nos sorprendieron con un brindis nada más entrar al salón, nos regalaron la tarta y sus figuras y disfrutamos de una cena muy agradable en la que no paraban de gritar ¡viva los novios! Grito al que yo me unía y mi padre no paraba de decirme que yo no tenía que gritarlo... pero me sentía tan feliz que me salía sólo.Terminé la velada diciendo a todo el mundo no casado que se casase porque es un día que todos tienen que vivir y disfrutar, ¡es un día mágico!
Y para terminar, todos a una:
¡¡Vivan los novios!!
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