La boda de Gabriela y Israel en Torrejón De Ardoz, Madrid
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G&I
26 Jun, 2010El día de nuestra boda
El día de nuestra boda fue el 26 de junio de 2010. Recuerdo que la previsión meteorológica era de lluvia, pero gracias a Dios, cuando me desperté fui directamente hacia la ventana y vi un cielo azul, despejado, ¡y sin nubes! Por la mañana hacía mucho calor y eso, sumado a mis nervios, hacía que quisiera que pasaran ya las horas para estar en los Jardines de la Noria, esperando a mi chica.
Afortunadamente, las horas de espera fueron muy llevaderas preparando las mesas con sus respectivas tarjetas de ubicación para cada invitado. Peluquería, donde, por cierto, me encontré con mi preciosa y, en ese momento, ¡futura mujer! ¡Tranquilos! Estábamos sin prepararnos todavía. Aunque, la verdad, vernos fue uno de esos pequeños regalitos que nos fue dando Dios, porque los dos estábamos muy nerviosos.
Al cabo de unas horas, después de comer, llegaron los fotógrafos a mi casa. Empezamos con la sesión de fotos de toda la familia, y muy agradecido puedo decir que ese día el tiempo sonreía por nuestra pronta unión. ¡Las fotos salieron con un brillo natural!
Seguir leyendo »Después fueron directos al hotel donde se hospedaban mi chica y su familia. Tuvieron una larga sesión de fotos también, aunque por el calor que hacía suprimieron muchas ideas de foto, ¡porque el maquillaje de la novia corría peligro con tal bochorno!
Ya eran casi las 6 de la tarde, así que mi familia y yo, como tradición, nos dispusimos a ir a los Jardines de la Noria, donde tendríamos nuestro dulce enlace matrimonial. Estaba superemocionado, amigos y familia que llevaba tiempo sin ver estaban presentes para el día más especial de toda mi vida. Ansioso porque llegara ya mi futura mujer, quise disimular mis nervios saludando a todos los invitados.
Estaba pendiente de que la música estuviera preparada, la canción con la que entraría Gabriela, y las melodías instrumentales que habíamos elegido para la ceremonia, momento de los anillos, velas, etc.
Hasta que llegó la hora y el pastor me indicó la posición en la que debía estar esperando. ¡Qué nervios! Se me hacía eterno cada segundo que pasaba y mi chica no llegaba aún... Hasta que de repente se escucha When I look at you de Miley Cirus y David Bisbal y veo entrar a un ángel de tez morena vestida de auténtica princesa. ¡Uf, no sabría explicar ese sentimiento! Fue algo como querer llorar y reír a la vez.
Cuando Gabriela llegó al altar, yo solo quería llorar. ¡Mi chica estaba preciosa! Empezó la ceremonia con algunas canciones; después la predica del pastor, hasta que llegó el momento de los votos, donde nos prometimos fidelidad, paciencia y amor. “Porque el amor es benigno, es sufrido, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no guarda rencor, el amor todo lo cree, todo lo sufre, todo lo soporta, el amor cubre multitud de defectos y errores. El amor nunca deja dse ser''. Intercambiamos nuestras alianzas, como símbolo de unión, acompañado de una preciosa ceremonia de velas, simbolizando que somos uno.
Una vez terminó la ceremonia, llega el momento del beso, y esto lo quiero compartir con vosotros porque días antes de la boda hicimos una especie de encuesta donde preguntábamos: En el momento del beso, ¿en quién te fijarías, en el novio o en la novia? Todos nuestros amigos generaron un empate, pues un 50% decía que se fijaban en el chico, y el otro 50% decía que se fijaban en la chica. La razón por la que hicimos esta encuesta es porque mi chica, Gabriela, es muy vergonzosa, y yo para picarla le decía que todos la mirarían a ella, y tal fue así la situación que cuando el pastor dijo ''puedes besar a la novia'' ¡Gabi se puso roja y empezó a decir ''no, no, no,''!
Después de la ceremonia y todas las felicitaciones, fuimos directos al parque de Illescas, donde tuvimos nuestra sesión de fotos como recién casados. He de decir que son unas fotos un poco peculiares, ¡salimos con todo tipo de caras! La verdad es que nos divertimos mucho.
Después de este pequeño break, volvimos a los Jardines de la Noria dispuestos a disfrutar del banquete. Todo estaba con una textura exquisita, de la que nosotros apenas disfrutamos, porque entre foto y foto, risa y risa, y miradita y miradita, apenas probamos bocado. ¡Menos mal que existen las pruebas de menú!
Al rato de estar en el banquete, el personal de la Noria preparó un momento muy especial para cortar la tarta, pues ésta era en forma de noria y nosotros debíamos cortar la tarta con la espada. De fondo sonaba La sombra del amor de la película Ghost. ¡Sí! ¡Qué romántico!
Después de un espectacular momento como ese, llegó la hora del baile. Como dos campeones, sin ensayar, nos pusimos con la canción So close de Jon McLaughlin, ¡y debo decir que se nos dio genial! Una vez abrimos el baile, hubo mucho bailoteo y barra libre, hasta cerrar el día con una conga que salió de forma espontánea por todos los invitados. Y, para rematar, una auténtica foto de todos, que hoy por hoy cierra el álbum que tenemos de nuestra boda.
Y, como os dije al principio, el tiempo meteorológico preveía lluvia para nuestro día, y así fue. Al cerrar oficialmente el 26 de junio de 2010 como marido y mujer, salimos todos dispuestos a nuestra morada, ¡y llovía! ¡Viva la lluvia! ¡En qué mejor momento pudo aparecer!
Y hoy por hoy somos Israel y Gabriela, marido y mujer.
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