La boda de Francisco Jesús y Aurélie en Dos Hermanas, Sevilla
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F&A
30 Sep, 2016El día de nuestra boda
30 de septiembre de 2016: el día más feliz de mi vida. Me casé con el gran amor de mi vida. Nunca me olvidaré de este día. Habíamos alquilado una casa con mis padres, hermano, hermana y sobrinos ya que venían de Francia. Dormimos juntos. Sé que no se debe hacer según el protocolo pero nuestra boda no respecto el protocolo en ningún momento ya que somos de dos culturas muy diferentes y al final cada historia de amor es diferente.
Hay que saber que Fran y yo somos muy dependientes el uno del otro. Unos nos juzgan y otros envidian nuestra relación pero los que nos conocen saben cómo somos y nos quieren por cómo somos porque es lo que hay. Hemos elegido un estilo de vida diferente. Vivimos lejos de nuestras familias así que somos todo el uno para el otro: amante, amigo, familia. Si tenemos que dormir separados por el trabajo, lo pasamos muy mal así que la noche antes de la boda, necesita mi apoyo, estar a mi lado.
El día de nuestra boda paso volando, nos levantamos, desayunamos y fuimos a ver las flores con mi madre ya que el floristero me quería enseñar mi ramo antes de acabarlo. Regresamos a casa, acabamos de pegar los planes de mesa y Fran se fue con Juan, un amigo nuestro a montar nuestro photocall y poner los nombres en las mesas. En casa de mis padres, llegaron las peluqueras para peinar a mis amigas, madre y hermana. Llego también mi suegra y sobrina que venían a peinarse y vestirse en nuestra casa. Yo estaba muy nerviosa. Me fui a duchar y todo pasó muy rápido. Mi peluquera me empezó a peinar. Fran regresó, se duchó y se fue a vestir en el cuarto de mis padres que se lo habían dejado.
Seguir leyendo »Nuestros fotógrafos llegaron. Les enseñé mis locuras; mis zapatos diseñados por yo misma y con nuestros nombres grabados dentro de la plantilla, mi percha para mi traje y los gemelos de Fran grabados también. Bueno, tengo que reconocer que soy muy romántica y nada me parecía demasiado bonito para este día tan especial. Fran y yo nos amamos y quiero que el mundo entero lo sepa.
Mi peluquera puso la mantilla a mi suegra mientras los fotógrafos sacaban fotos a mis sobrinos con la cara lleno de chocolate. Luego acabo con mi peinado, me puso el maquillaje mientras Fran se vestía con su sobrina y madre. Por mi parte, esperé a mis dos mejores amigas para vestirme. Vinieron y me ayudaron. Mi madre y mi hermana entraron también. Monica y Carmen me cerraron los botoncitos. Era como irreal. Ya no me ponía el vestido para una prueba pero iba a llevarlo unas horas. Es algo increíble de decirse que ya llegó al día. Lo preparas durante tanto tiempo y luego el día pasa volando.
Vino el coche de colección a buscar a Fran y su madre. Toda mi familia se fue también. Quedaron mi padre, Carmen, Monica, Alvaro y mi fotógrafa, Aida. Una vez vestida, salí y mi padre rompió a llorar. Sacamos fotos con mi padre, con las chicas dentro de la casa, al lado de la piscina hasta que recibimos una llamada de Juan que nos dijo que el fotógrafo que iba a sacar fotos a Fran y su madre se había perdido y que le estaban esperando para que sacase fotos a mi esposo y su madre. Total sabía que iba a ir tarde ya que el coche de colección tenía que regresar a por mí a la casa. Estaba muy nerviosa, ya que nunca voy tarde a ningún sitio. Estaba muy enfada contra Fran que sabía él muy bien que el coche de colección tenía que regresar por mí.
En fin, todo el mundo me tranquilizaba diciéndome que siempre la novia se hacía esperar. Cuando el coche llego por mí, ya se me aceleró el corazón, subo primero mi padre, luego yo y Aida (fotógrafa), se montó adelante para poder sacarnos fotos. Álvaro se fue con mis chicas detrás de nosotras. Al reservar el coche, el descapotable me parecía super buena idea pero en el camino, me agarraba el pelo, que tenía miedo que mi peinado se iba caer. Pero fue super agradable, la cara de felicidad de mi padre, la gente que nos pintaba. El camino de nuestra casa a la iglesia se me hizo muy largo ya que estaba de los nervios. Cuando reconocí la entrada del parque de la Iglesia, ya pensé "llego el momento". Aida se bajó y se subió con los amigos para dejarnos entrar con mi padre en el coche. Nunca me olvidaré de mis damas de honor gritándonos al llegar. Nos esperaban debajo de un árbol. Luego pasó todo muy rápido. Me bajé, las damas de honor corrieron a ubicarse, menos Eli, la hermana de Fran, que me ayudó a colocar mi vestido. Escuché tocar la versión instrumental de "Thousands years" y los niños empezaron a avanzar, seguidos por las damas de honor y luego entró con mi padre. Ya estoy, mi padre me lleva hacia el hombre de mi vida. Sonrío a la gente que me mira diciéndome que guapa me ven con la mirada y luego viene el momento que no hay más que mi padre y yo caminando y por fin veo a Fran esperándome. Todo el enfado que llevaba porque me envío el coche tarde se me olvido. Era tan guapo en su traje con pelo como a mí me encanta (lo siento suegra que fue fuente de peleas entre él y tú antes de la boda). Cuando vi cómo me miro, como sus lágrimas salían, me puso a temblar y se me subió las lágrimas. Es un sentimiento indescriptible que de saber que esa persona que te espera lo es todo para ti, que daría la vida por él, que sabes que no hay sentimiento tan puro que ese amor que nos une.
Me cogió la mano, me dio un beso y me ayudó a sentarme. No me dejó la mano en toda la ceremonia. Fue una ceremonia llena de emociones, que olía a amor, las lecturas en los dos idiomas, la gente que habíamos elegido, las lecturas sorpresas de nuestro mejor amigo Juan, la de mi Suegra, la música que habíamos elegido, el coro rociero, sorpresa de algunas de las tías de Fran, la ceremonia de la vela encendida por mi padre y la madre de Fran, el momento de cambiar nuestros votos con la voz que tiembla, de meternos los anillos, de pasarse las arras. Todos estos momentos estarán gravados en mi memoria para siempre. Hemos concretizado nuestro amor frente a nuestros familiares y amigos y mientas tanto teníamos ojos solo el uno para el otro. Éramos en nuestra nube. Tantas miradas cómplices, tantas acaricias con el dedo, lagrimas. Tanto amor. Muchos nos dijeron mas adelante que nunca habían llorado tanto durante una ceremonia, hasta el chauffer de nuestro coche de colección dijo que ha visto muchas bodas pero que nunca había visto algo tan bonito donde todo el mundo rompe a llorar. Él nos confesó que tuvo que salir cuando Juan nos dedicó su texto ya que iba también a llorar ni siquiera conocernos.
Al salir de la iglesia, salieron los niños primeros, luego cada dama de honor con "un damo de honor" (así los llamo), mi suegra con mi padre y Fran y yo. Nos pararon el coro rociero justo en la entrada mientras la gente se iba poniendo en forma de arco. Ya sabíamos lo que iba a venir, el momento tan to temido; el del arroz pero menos más que yo pide de mezclar con pétalos de rosas. El corro empiezo a cantar y tuvimos que salir. La gente empiezo a gritarnos "Que vivan los novios", "Et pour les mariés!" mientras nos tiraban arroz y pétalos de rosas. Fue muy bonito acabar con este toque muy andaluz con el corro. Mi familia francesa y el lado francés se quedaron asombrados.
Empezamos a hacernos fotos el atrium de la Iglesia, la gente nos vino a felicitar, algunos llorando de lo bonito que fue la ceremonia. Nunca me olvidare de mi prima Claire que rompió a llorar en mis brazos. La gente se subió el en autobús que habíamos reservado, los otros en su coche y Fran y yo los últimos en nuestro coche de colección. El chaufer nos abro una botella de champan y nos dio una copa cada uno. La verdad que fue un momento que se agradece mucho porque éramos los dos, brindando y con la presión a su mínimo después de la tensión de la ceremonia. Mi hermana, cuñado y sus hijos nos pitaron durante todo el camino hacia la hacienda mientras Fran y yo disfrutamos de nuestras copas.
Al llegar a la hacienda, la gente quiso sacarse fotos con nosotros pero bien rápido nuestros fotógrafos nos llevaron para aprovechar de la luz del día y sacarnos fotos en la hacienda Torre Doña Maria. Fue un momento mágico de estar con Fran nada más y hacernos las fotos de princesa y príncipe que somos durante toda mi infancia en un sitio tan idílico. Una vez terminada la sesión fotos, entramos en la recepción donde la gente nos paraba para sacarse fotos con nosotros, logramos robar un trozo de jamón por aquí y por ahí pero mi sueño de quedarme durante todo el aperitivo al lado del cortador de jamón era iluso. Mi tia Angelique vino a darme el cuadro que me hizo mi primo Quentin ya que el no pudo venir a la boda. Era un cuadro con hueco en la parte de arriba donde la gente podía colar su mensaje en un corazón en forma de madera. Quedo muy bonito y ahora todo el mundo me dice que quiere esto para su boda ya que fue muy original.
Después de muchas fotos, el convite fue invitado a entrar en el patio de la hacienda, iluminado con candiles, sillas de palillo a través de las cuales pasaba la luz. Era magnifico, digno de un cuento de hadas. Mi padre mientras estábamos cenando me vino a decir que era como un decoración de las películas del zorro. Una vez nuestros invitados en sus mesas, empiezo a tocar nuestra canción de entrada "From this moment on". Se me pusieron los vellos de punta porque esta canción es preciosa y representa muy bien lo que sentía en este momento. El catering nos dio las copas que nos compró mi suegra con champan para que brindemos con nuestro convite. Este momento es también algo que se queda grabado en las memorias, la gente aplaudiendo y celebrando nuestro amor. Fran sigue riéndose de mi cuando mira las fotos de este momento que dice que estoy super recta y que parezco a une reina saludando a sus sujetos.
Nos sentamos en nuestra mesa. Pusimos nuestro grupo de amigos en la mesa principal porque queríamos disfrutar de nuestra boda y nos queríamos pasar la noche de nuestra boda a traducir lo que se hubiesen querido decir nuestros padres. Lo pasamos genial, la gente que quiso venir a hablar con nosotros vino a nuestra mesa. La verdad que casi no nos levantamos hasta el segundo plato principal. Comimos bien la verdad ya que vemos que siempre los novios no tienen ni tiempo a comer. La verdad que este consejo de quedarse en la mesa lo más posible lo debemos a nuestro catering y DJ que nos dijeron que era mejor intentar quedarse en la mesa. Les agradezco que pudiera saborear algunos de los platos que habíamos elegido. También habíamos contrato a dos monitores con colchoneta de aire para que los padres puedan disfrutar de la cena y funcionó super bien. Al parecer, los monitores se acuerdan todavía del pequeño con gafas (mi sobrino Clément) que lo daba todo en esa colchoneta.
Cuando se sirvió el plato de quesos (típico en Francia antes del postre), nuestro dj puso nuestro video pre-boda que tuvo un éxito muy grande. Lo tuvimos que subir a Facebook después de la boda que la gente lo quería ver de nuevo. Fue grabado en Lanzarote (done vive la madre y los hermanos de Fran). Fue de nuevo un momento muy emocionante con muchas lágrimas. Solo puedo decir que el video es muy a nuestra imagen, a la imagen de nuestro amor: empalagoso, besos, complicidad, tonterías que unos se creen que solo los adolescentes hacen. Después del video, hicimos el corte de la tarta con la canción "Te Amaré" de Marc Antony. Fue muy bonito pero la tarta estaba en una mesa coja así que pensé que la tarta iba a caerse por el suelo con los cupcakes pero era sin contar con Fran que es muy cabezón y era decido a cortar un trozo de esa tarta. Lo logró y nos dimos de comer cada uno un trozo. Yo le di un mini trozo y él me lleno la boca sin pensar en cómo me iba a tragar esto. Ah, los hombres.
Luego vino de nuevo el momento de levantar nuestras copas para brindar con nuestros familiares y otra broma de Fran que me enseña las fotos donde parezco una duquesa según él. Yo le contesto siempre que es la clase francesa y que claro él no puede entender de esto pero me contestó que llegué tarde a mi boda como buena española que estoy por devenir.
Mi tío y mi tía me cantaron dos canciones, algo que se hace en todas las bodas de mi familia. Tenemos videos de estos momentos y me alegro al ver como la familia de Fran se unió a ellos. Algo muy bonito aunque pensarían ¿qué estarán cantando estos gabachos? Mientras cantaban la segunda canción, Fran y yo empezamos a regar los regalos de novios con Regli y Ani, dos titas de Fran. Hemos ofrecido une vela a cada familia hecha por nosotros mismo (la anécdota es que pasamos casi un día entero en cocinarlas en la cocina nueva de la tita Regli) y peladillas (algo típico que damos por una boda, bautizo, comunión en Francia). También a la misma vez, ofrecieron un trozo de la corbata de Fran a todos los invitados. El lado francés no entendía como su tito Felix había podido cortar la corbata de mi esposo. Mi madre estaba super ofendida con lo bonita que era su corbata no paraba de decir. Menos mal que no tuvo tiempo de cortarme la liga que me hizo mi suegra. Es preciosa. El dj nos dijo que era tiempo ya de abrir el baile así que dirigimos a nuestros invitados por la zona del baile.
Abrimos el baile con la versión bachata de "Stand by me". La habíamos preparado pero con mi traje fue imposible hacer todos nuestros pasos. El pobre Fran tenía mucho miedo a pisarme y hacerme caer. Luego empezó nuestra segunda parte del baile, la balada "Everything i do" de Bryan Adams. Nos pusimos bajo el paraguas blanco que habíamos comprado por la ocasión y la gente nos empiezo a tirar rulos de papel de colores (queda super bonito y romántico). Fran lo vio a la boda de mi primo en Francia y siempre dijo que lo quería hacer. El baile fue algo muy bonito. Me olvide de mi estrés a la idea de bailar con mucha gente mirándome. Lo único que contaba es que era en sus brazos, me dejo llevar, me perdió en sus ojos. Fue una vez más mágico de bailar al aire libre con todas esas luces por el cielo, en los árboles. Era de ensueños.
Bailamos hasta las 5 de la mañana. Hubo un ambiente increíble. Nuestros invitados se hicieron muchas fotos con nuestro photocall (lo hicimos a nuestra imagen con detalles de nuestra historia de amor y lugares que vistamos juntos y lo bueno es que lo tendremos para nuestra futura casa para adornar una pared). Tiré mi ramo de novia, hubo algunas caídas graciosas, dedicatorias de canción, mucha risa y creo que puedo decir que todos acabamos con dolor de pie. Cuando todo se apagó, que pusimos los últimos invitados en el último autobús, me dolió el corazón que todo se acabó. Tanta preparación, estrés, correos y todo pasa en un día. No me arrepiento de nada. Nuestra boda fue a nuestra imagen y fue una gran boda con diferencias culturales pero con mucho amor y cariño.
Fran nos condujo a casa que era justo al lado de la hacienda, le pedí que me cogiese en brazos para entrar en nuestro cuarto y me quitó mis botoncitos del traje. No tenía ganas de quitarme el traje porque sé que marcaba realmente el final de un día mágico, de una boda de princesa pero este día marcó el comienzo de una nueva aventura y soy feliz que la gente me llame Señora Mármol aunque los españoles no entiendan por qué pues yo feliz de llevar el mismo apellido del gran amor de mi vida.
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