La boda de Diego y Pilar en Sevilla, Sevilla
Vintage Primavera Blanco
D&P
13 Mar, 2021El día de nuestra boda
¡Hola amores! Ya estoy nuevamente por aquí y esta vez vengo a contaros cómo fue mi gran día.
Como muchas sabéis, a una semana del gran día cambié el sitio de la celebración por cuestiones de Covid, por lo cual tenía un poco de incertidumbre porque ya no tenía todo bajo control.
Llegó el día y la verdad, dormí toda la noche como un bebé y me desperté hipermegatranquila. Llegó el peluquero/maquillador y estuvimos de bromas y risas; tanto es así, que cuando llegó la fotógrafa y la diseñadora del vestido para ayudarme a vestirme, aun estaba sin terminar. Ya eran las 10:30 y me casaba a las 12:00, pero no pasa nada, había tiempo más que de sobra. Importante no perder la calma porque da tiempo a todo.
Mientras me arreglaba fue superespecial; momentos preciosos con mi madre y en el último momento llegaron dos de mis sobrinas para ayudarme a meterme en el coche, y ese instante cuando entraron y me vieron vestida y vi a mis niñas con lágrimas en los ojos, a mí me salió una sonrisa de oreja a oreja que aun me dio más tranquilidad.
Seguir leyendo »Llegó el momento de entrar por la puerta de la iglesia. Para mí, personalmente fue el momento más mágico de todo el día. Ese momento donde se paralizó el mundo y no existía nadie, solo mi chico y yo. ¡Solo lo veía a él y estaba tan guapo que me estaba derritiendo!
Fue una ceremonia preciosa, nuestro sacerdote nos la personalizó muchísimo y eso mismo fue para nosotros; así que os recomiendo que quien se case por la iglesia intente hablar con su sacerdote y se la personalicen y no sea la típica misa sin más.
Llegó el momento de disfrutar. Sinceramente fue una autentica pasada; disfrutamos como enanos, pero no solo nosotros, sino que todos los invitados. Todos tenemos miedo a las bodas por el tema de restricciones; pues bien, mi experiencia es que al menos mi boda no tiene nada que envidiar a una boda sin Covid. Tanto nosotros como nuestros invitados comimos, bebimos, bailamos, disfrutamos, reímos. Todos salieron más que encantados y a día de hoy, después de casi un mes, siguen hablando maravillas. Ni una sola queja y mira que es difícil que en una celebración todo el mundo salga contento.
Después del día y con tiempo os voy a decir mis reflexiones por si os sirven de ayuda. Nos preocupamos demasiado en que todo sea perfecto y para ello perdemos la visión de lo importante: disfrutar, disfrutar y disfrutar. Está bien querer darle lo mejor a los invitados, pero a veces lo que pensamos que es lo mejor es demasiado. Con cosas más sencillas hacemos que disfruten más y estén más a gusto.
Dejad los nervios, va a salir todo bien como tenga que salir, y los nervios lo único que os van hacer es no dejaros vivir cada momento y que estéis felices. Por lo cual, que salga todo como tenga que salir, que cuanto menos nos preocupamos, mejor salen. Y por último, si os apetece hacer alguna locura, hacedla. A mí se me antojó ir al Mercadona vestida de novia y todo el mundo me decía que estaba loca. Pues sí, loca, pero fui y me reí muchísimo. La gente flipaba y los trabajadores más aun, pero la cajera me lo agradeció en el alma porque decía que le había alegrado el día.
El día pasa volando, así que por favor, vividlo y disfrutadlo porque si vosotros lo hacéis, vuestros invitados lo harán y será el reflejo de un día mágico.
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