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11 Jun, 2016El día de nuestra boda
Mi boda, preciosa, mágica, soñada, única, como la de cualquier pareja que se haya casado. La diferencia es que cada boda está hecha para cada uno, con sus detalles, sus sueños, por eso no hay ninguna boda mejor que otra sino únicas, porque detrás de esta, hay muchos meses de preparación, de ilusión, de nervios. Mi marido está en el ejército, desde primer momento quisimos que nuestra boda fuera militar, es decir, con su uniforme de gran gala, los compañeros de gala y el paseo de sables. A veces cuando dices boda militar la gente que desconoce el mundo este y se imagina cosas muy raras, por ejemplo me llegaron a decir si irían con armas o si dispararían con ellas en algún momento o si iría vestido con el traje militar, el que utilizan cada día, el de trabajo digámoslo así. Llegó el gran día, recuerdo que llevaba una semana mirando el tiempo por internet a parte de bajarme cuatro o cinco aplicaciones, para saber si me llovería, que antes de la boda es algo que me agobió bastante, unas me decían que sí otras que no, era una obsesión constante. Ese día amaneció con sol y nubes a ratos, me casaba por la tarde así que todo podía pasar. Me duché y dejé al futuro novio en casa con los dos niños, ya no lo volvería a ver hasta la ceremonia, pero tenía tantas cosas por hacer... que luego las piensas y dices tampoco eran tantas, ¡pero en esos momentos si lo son! y piensas que te dejas algo o que no te va a dar tiempo…
Seguir leyendo »fFui a buscar el ramo con mi hermana, y las flores para las solapas, fui al hotel para llevarle a la wedding planner cuatro cosas que me faltaban, y entré en el salón que lo estaban decorando, si lo sé tendría que haber esperado a hacerlo con mi futuro después de la ceremonia, pero qué novia no se resiste y más si querías que todo estuviera bien no ¡perfecto! Entré y vi a la wendding preparando las mesas, buff que sensación, aún me emociono solo de recordarlo, era todo precioso, mejor de lo que me había imaginado, las mesas, la decoración, todo el conjunto en sí, ¡me tuve que contener las lágrimas!
Con tanto camarero por allí me daba corte ponerme a llorar, pero esa sensación fue tan bonita, salí dirección a la peluquería, ahora sí que iba más nerviosa todavía, tenía ganas que fuera ya la boda, no me hice prueba del peinado porque ya les hablé unos meses antes de lo que quería, algo sencillo con el pelo de lado para colocar una flor, me veía tan guapa delante del espejo mientras me peinaban, ¡creo que eso serían los nervios! Acabaron, me maquillaron y cuando miré el reloj ¡ya eran las tres de la tarde! Desde las doce que había llegado, sin desayunar, sin comer, con un hambre que tenía, fui para casa de mis padres en el camino creo que me alimenté de nervios, porque el hambre desapareció. Allí tenía mi vestido, el vestido que tanto soñé por fin me lo podría poner, ¡y disfrutarlo! Mi hermana me ayudó a vestirme junto con mi cuñada y mis niños, estaba tan emocionada que ni escuchaba lo que me decían los fotógrafos. Llegó la entrega del ramo, que me lo leyó un amigo nuestro con un mensaje escrito por mi marido (llevaba meses detrás de él para que lo hiciera, ya que estas cosas como que no le van) pensaba que sería algún verso encontrado por internet, pero cuando escuche que era escrito por él y lo que me decía no pude contener las lágrimas, nunca me hubiera imaginado que me escribiría algo así y por él. Mi hermano llegó con el coche decorado para llevarme al ayuntamiento, faltaban veinte minutos para las seis, ¡pero estaba tan nerviosa que les dije de ir ya! que cogiera el camino más largo para hacer tiempo. Cuando llegamos a la plaza del ayuntamiento estaba llena de gente, al ver que había tantos militares de uniforme, la policía controlando la plaza y llegar yo con estos de escoltas pues llamó mucho la atención. Ya me dirigía del brazo de mi padre al altar junto con mi niño y mi niña, pensaba que la peque de casi tres años saldría corriendo pero no lo hizo de la mano de su hermana como una campeona, cuando los niños ya se sentaron entre yo, con la música escogida y la emoción de verlo allí, se me saltaban las lágrimas y todos llorando de emoción, me cogió la mano y le dijo a mi padre que estaba guapísima, nos sentamos nos míranos durante unos segundos, donde nuestras miradas reflejaban lo que sentíamos, nuestro amor y felicidad. Después de acabar la ceremonia, llegaba nuestro momento especial, el paseo de sables, los compañeros de mi marido se pusieron en pasillo con los sables al aire, al salir y ver sus compañeros, los invitados y la cantidad de gente que estaba allí mirando fue emocionante, le dije a mi marido, "vamos a pasar poco a poco, para poderlo disfrutar" y así fue, al llegar al final del pasillo se bajaron los sables en forma de cruz donde su compañero decía "si por el arco quiere pasar a la novia has de besar" y entre aplausos y lágrimas nos besamos. Se me olvidaba la preocupación mía con el tiempo, con tantas emociones se te olvida, justo cuando ya nos íbamos comenzó a llover, dentro del coche me alivié, porqué el paseo de sables que tanta ilusión nos hacía lo pudimos hacer y disfrutarlo. Si teníamos que hacer el pica pica dentro del hotel en esos momentos me daba igual, también porque el salón daba al jardín y era todo acristalado con puertas corredizas que si no podíamos estar fuera pues sin problema. Ahí me comencé a reír, de tantos días pensando si me llovería que lo pasaría fatal y luego mira ese gran problema se hizo pequeño insignificante, porque me quedaba tanta fiesta por disfrutar. Las fotos nos las hicimos con la lluvia y quedaron geniales, así que para mí no fue un obstáculo, ¡fue incluso divertido! Cuando entramos al salón estaban todos los compañeros haciéndonos otra vez el paseo de sables, ¡esta vez lo pasamos saltando y riendo! Brindamos con champán, ¡y al ataque! porque tenía un hambre que no me aguantaba. La gente me pedía fotos y les dije que que me dejaran comer un poquito que estaba que no me aguantaba, creo que los nervios ya se fueron en ese momento y apareció todo el hambre de ese largo día, cuando acabó el pica pica todos entraron al salón menos nosotros. En el salón, todos sentados esperando que entráramos con la música, ¡pues no! Hice un montaje de vídeo, con unas letras al son de la música, muy marchosa donde decía "ahora los amigos del novio hacen palmas" "ahora las de la novia chillan" todo el mundo super animado, pues acaba esto con una frase que daba las gracias por habernos acompañado y que se merecían una gran cena, pues ahí entra el vídeo de broma, salimos mi marido yo vestidos de novios (mi traje no era el de ese día) donde nos acercamos a la puerta del salón y de golpe aparece el cocinero para decirnos que no le ha llegado la carne, salimos corriendo al restaurante del pueblo a pedir comida, incluso nos grabamos en una granja, y el tractor nos lleva al… ¡Mcdonals! Entramos y pedimos 100 hamburguesas, ahí se acaba el vídeo la gente riéndose, aplaudiendo, etc. Lo que no se esperaban que los camareros seguidamente sacaran las hamburguesas del McDonals y las repartieran una para cada uno. En el vídeo se ve las caras de la gente alucinando y riendo, pensando será verdad que nos van a dar esto para cenar, ¡una vez repartidas todas ya con la música entramos!
La cena todo muy bien, perfecto los camareros, el servicio, la cena, la hora de los regalos, sorpresas por parte de las amistades, etc. Luego pues me desnudaron al marido me trajeron la ropa y a vestirlo. Yo organicé un juego, metí tres réplicas de mi ramo en tres jaulas con candado y en mi mesa tenía muchas llaves unas eran verdaderas otras falsas, así que todas las chicas fueron corriendo a ver quién se quedaba el ramo. Bueno un jaleo de llaves que había pero fue muy divertido. El baile nuestro fue un remix de canciones, mi marido es muy patoso bailando, así que en el remix pusimos canciones que le gustaban a él y a mí y nos salió super bien, y eso que solo ensayamos un par de días. Y después pues fiesta, ¡todos a bailar y beber! Llegamos super cansados a la suite con la sensación de que había pasado todo muy rápido, pero gracias a los vídeos y fotos vimos que no, y muchas cosas que con la emoción no nos acordábamos ¡lo pudimos recordar! ¡Disfrutar mucho de vuestro día! y de las cosas que nos preocupan que les damos tanta importancia después no la tienen, te reirás, no os digo que no les deis importancia porque realmente se les da, pero luego quedan en anécdotas divertidos, y sobre todo ninguna boda es mejor que otra, la nuestra siempre será la nuestra, son todas únicas y bonitas por todo lo que conlleva prepararla, ilusiones, nervios, alegrías, lágrimas, solo deciros que ese día solo os importe el vivirlo con vuestra pareja.
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