La boda de Darren y Laura en Talamanca Del Jarama, Madrid

Primero peluquería, super recomendable, Wapissim@s peluquería, en la calle Antonio Acuña (cerca de Goya). La verdad es que Angel y Adri son super profesionales, y todo fue perfecto.

Llegaron los fotógrafos, Antonio y Mario, la verdad es que fueron fantásticos. El trabajo final espectacular, pero además nos hicieron sentir super a gusto a los invitados y a nosotros. Ellos se ocuparon de subcontratar al del video, Guillermo, majísimo también y un gran trabajo. Contratamos con ellos el photocall, y la verdad es que dio bastante juego por la noche.

De ahí fuimos al hotel para vestirme allí. Tenía a todos los irlandeses alojados, estuvimos en Ilunion, en Emilio Vargas. La habitación fenomenal, y el personal estupendo. Destaco a Mónica, la encargada, la cual se ocupó de que todo fueran facilidades.

Llegaron los autobuses para llevar a los invitados, y se llevaron al padrino, mi suegro en este caso...Vaya lío. Pero mi padre me llevó a Talamanca, y allí estaba mi padrino, que se lio con esto del protocolo.

En el Manjar de Talamanca me recibieron estupendamente, y a partir de ese momento todas las dudas se me fueron disipando.

Mi ceremonia se celebró allí, fue religiosa, y tuvimos que traer a un cura parte de la familia. En Manjar de Talamanca vistieron el sitio de forma espectacular, se veía todo precioso, solo sobraba el tremendo calor de ese día.

Al llegar al "altar", me quedé impresionada de lo guapísimo que iba el novio, de toda la gente que estaba allí, y de lo bien que tocaban el dúo de violinistas que contraté por internet, y al cual nunca antes había visto. Jose Miguel y Daniel del grupo Capricho, los encontré a través de vuestra app.

La verdad es que todo lo tratamos por correo electrónico y teléfono, pero fueron super profesionales. Todos los invitados me felicitaron por su actuación. Nos acompañaron en la ceremonia y en el cóctel.

Antes de llegar, como me dijo la florista, el ramo me dio seguridad. Elegí un ramo de flores preservadas. Descubrí una floristería en Vallecas, y la verdad es que Ana, la dueña, hizo un trabajo maravilloso. Ahora conservo el ramo casi perfecto, y cada día nos recuerda ese día. A partir del comienzo de la ceremonía, todo fue rapidísimo, y cuando nos quisimos dar cuenta todo había pasado...

A toro pasado, siempre vemos detalles que habríamos mejorado, o hecho de otra manera. Como anécdota, se me ocurrió tener unas palabritas con personas importantes para nosotros, interrumpiendo la cena en varias ocasiones, quizás me extendí demasiado, pero no mediamos el tiempo.

Por otro lado, mi marido y yo, después de 18 años de relación y 2 niños, no fuimos capaces de hacernos una foto exclusiva de los 4... Lo que hacen los nervios.. Todos los invitados decían que era difícil de vernos juntos... Con tanto jaleo, y tanta gente a la que atender, apenas fuimos conscientes.

Otro detalle que os aconsejo tener siempre en cuenta, es que los camareros solo sirven cuando sirven a los novios, y si sois un culo inquieto, como nos pasó a nosotros, retrasareis que sirvan a los invitados, tal como nos ocurrió a nosotros.

La verdad es que nos dimos cuenta después.

Después de cena, baile, recena, e intento de beber alguna copa, nos montamos con los invitados de vuelta al hotel. La verdad es que el camino de vuelta fue super entretenido, amigos y familiares con la ayuda del alcohol, nos deleitaron con sus voces. Un rato antes había decidido soltarme el recogido, y quitarme todas las horquillas del recogido… Parece una tontería, pero no lo hagáis, conservad al menos una, para poder desabrochar el vestido.

Y ahora, simplemente nos queda el recuerdo, las fotos, el video, tanto de la boda como de nuestro super viaje, para nosotros fue super especial, y sobre todo haber compartido este momento con nuestros hijos de 11 y 7 años, y pensar que podemos recordarlo juntos.