La boda de Daniel y Bárbara en Cerceda, Madrid
Rústicas Primavera Blanco 3 profesionales
D&B
05 Mar, 2016El día de nuestra boda
Tras un año de preparativos, idas y venidas, de no dormir pensando en cuadrar las cuentas, y recortar y ajustar los presupuestos aquí y allá, llegaba el gran día. No tenía sentido preocuparse más porque todo aquello que no hubiese preparado en 12 meses no lo iba a preparar en 12 horas. Yo confiaba totalmente en las gestiones que mi prometida había hecho, y ella confiaba totalmente en las que había hecho yo. ¡Ahora tocaba disfrutar!
La ceremonia religiosa fue en Cerceda, en la preciosa iglesia de Santa María La Blanca, donde caben bien recogidos unos 140 invitados (éramos 100), y con un estilo que nos encanta, de Iglesia de pueblo con forma de pequeña catedral, retablo antiguo, y todo muy auténtico, que encantó a todos los invitados.
De allí salimos casados para subirnos al BMW 745i de 1984 de mi amigo Javi. Yo soy un apasionado de los coches, y un BMW clásico era mucho más apetecible para mí que cualquier coche moderno.
Llegamos a Miravalle, donde ya tenían todo preparado al detalle como habíamos hablado, y algunos detalles de los que no llegamos a hablar ya los tenían resueltos de una forma profesional, discreta y correcta. Allí nos hizo unas cuantas fotos Ana Mira, la fotógrafa contratada por nosotros al margen de los que te ofrece el salón (te cobran por traer un fotógrafo de fuera).
Seguir leyendo »El cóctel de entrada fue una maravilla según todos los invitados, lo que probamos estaba riquísimo, y fue sólo una parte de lo mucho que sacaron y no pudimos catar. Como amenazaba lluvia, Miravalle dispuso todo para servir el cóctel en la parte cubierta del salón, y todo salió perfecto.
Después, la comida, también excelente, ensalada de perdiz de primero, y solomillo de buey de segundo. Todo el mundo encantado con la cantidad y calidad de la comida. El servicio fue amabilísimo y muy atento. A unos invitados venidos de fuera que llegaron 2 horas tardes les buscaron un sitio y les sacaron un menú rápidamente, y sin llamar la atención. Un 10 en eso.
Lo único malo fue cuando el padrino quiso encenderse un cigarro después de la comida y vinieron a decirle que saliera a fumárselo fuera. Al final todos los fumadores y los que sólo fuman en las bodas acabaron en el vestíbulo de la entrada haciendo corros, fumando o no, y hablando, quedando bastante feo algunas veces. Los puros que repartimos no te los puedes fumar sentado de sobremesa, y en general, fue un detalle muy feo que nunca dejaron claro con antelación cuando lo preguntamos (dos veces), y que acabó empañado algo que estaba saliendo de 10 por parte de Miravalle.
El baile fue también por parte de Miravalle, tanto la barra libre como la música, con nuestras sugerencias, con recena, con ampliación de horario hasta bien entrada la noche, etc. En esto, otro 10, sin duda, las copas muy bien, el picoteo de recena de mucha calidad (y cantidad), y la gente encantada.
Pusimos un fotomatón de animación de Fotomatón Express, que fue todo un acierto. Muchos te cobran lo mismo (o más) por un fotomatón sin cabina, en abierto, que es más bien un photocall, pero este era de verdad, e incluía a un encargado todo el tiempo que cuidaba del fotomatón, resolvía dudas, ayudaba, y todo con amabilidad. Una gestión de mi prometida y fue un acierto 110% y que gustó a todo el mundo.
Con el fotomatón nos facilitaron una oferta para poner un Beauty Corner en el que retocar a las féminas. Fue también un acierto y gustó mucho, aunque lo malo es que lo pusieron durante el cóctel, y no durante el baile, que es cuando se supone que los invitados llegan más desarreglados. ¡Esa fue su única pega!
En resumen, lo positivo, todos los proveedores contratados lo hicieron muy bien, la comida, el sitio, el servicio, la planificación, la facilidad para configurar casi todo, las fotos, el fotomatón, la música, las copas, ¡y la amabilidad!
Lo negativo, que en Miravalle tienes que pagar unos 150 euros (creo recordar) por traer a una fotógrafa de fuera, y que cuando a un invitado (o al padrino) se le ocurre encender un cigarro le dicen que se salga a la calle, sin avisarte antes de ello cuando vas a firmar y soltar los 1.000 euros de la reserva. Un detalle muy feo (y yo no fumo, ojo) con nuestros invitados.
Yo me he casado para toda la vida, y no habrá una segunda vez. Pero si la hubiera, no cambiaría nada de aquello, ni un detalle.
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