La boda de Arturo y Sara en Madrid, Madrid
Elegantes Verano Azul 3 profesionales
A&S
24 Jul, 2015El día de nuestra boda
El día de nuestra boda para mí (Sara) fue una mañana bastante tranquila, desayuné con mi hermana junto a nuestra perrita Noa. Arturo se fue a terminar de colocar toda la decoración en la Quinta de Jarama junto a una muy buena amiga mía, Andra, y los dos me iban llamando para preguntarme dudas. Esa tranquilidad duró hasta que apareció mi maquilladora (que me conoce desde que tengo 7 años) y luego la peluquera, que creo que ellas estaban más nerviosas que yo.
Mi "agobio" apareció cuando aparecieron los fotógrafos y mi madre no estaba maquillada y mi abuela tampoco (he de decir que mi abuelo es muy crack y estaba viendo la vuelta ciclista muy tranquilamente). A nuestra perrita Noa le pusimos un velo que le duró 10 minutos. Comenzamos a vestirme y, sin duda, cuando me vi vestida (sin velo todavía) fue un momento increíble, no podía parar de sonreír, ¡emanaba felicidad!
Estaban mis padres, mis abuelos y una amiga de la familia que es familia. Sin duda, cuando comenzamos con las fotos en casa, y mi abuelo tuvo que dejar la vuelta ciclista y ponerse su chaqué (que era testigo), es cuando se empezó a emocionar y detrás de él le siguió mi padre. ¡Las mujeres aguantaron hasta la iglesia! En el coche me llevó mi tío, prefería ir con alguien conocido y superdivertido para ir a la iglesia y, por supuesto, se vino mi padre. Íbamos los tres en el coche riéndonos bastante lo cual agradecí muchísimo no estar pensando en absolutamente nada más que en las tonterías que cada uno decíamos.
Seguir leyendo »A las puertas de la iglesia nos esperaban los fotógrafos y los pajes, ¡todo pasa tan rápido! Cuando abrieron las puertas de la iglesia, entraron los peques y más tarde mi padre y yo, ¡qué emoción! La verdad es que veía más móviles haciendo fotos y vídeos... Pero la mejor parte fue cuando vi a mi actual marido, que no tenía más ojos que para él, ¡estaba guapísimo! Mi ramo y mi tocado del pelo eran de flores preservadas de Cucullia (mi amiga es una artista y vimos juntas lo que mejor me quedaría) a juego con su corbata, y en cuanto lo vio dijo que le gustó muchísimo (se negaba en rotundo a las flores, ¡y eso que no sabía nada!).
Los nervios se fueron igual de rápido que volvieron al verlo a él, porque ya dije... Todo está planificado, lo que salga, ha salido y lo que no… ¡Pues da igual porque hoy es el mejor día de toda nuestra vida! Pudimos hacer una foto de grupo a la salida de la iglesia que quedó espectacular. ¡Gracias, Lupiáñez! De ahí fuimos a la Quinta de Jarama donde no tengo nada más que buenas palabras para nuestra boda, ¡increíble me quedo corta!
Pudimos hacer todas las fotos que quisimos y más, durante la cena, en el momento del café, entregué 6 réplicas de mi ramo (porque mi ramo no quería entregárselo a nadie) y al sentarme sonó otra música (que ni mi marido ni yo teníamos preparado) y vi como todas mis amigas se levantaron a por nosotros a bailar. ¡Fue increíble! Un momentazo tremendo, que desde luego fue uno de los mejores del día.
A partir de ahí, qué decir, gintonics, música, bailar hasta no poder más, ¡y hasta por supuesto cerrar la Quinta de Jarama!
¡Ah sí! Nosotros nos volvimos con todos en el autobús que alquilamos para los invitados, porque dijimos, ¿qué más divertido acabar el día con todos los nuestros? Y efectivamente, ¡el mejor día de nuestra vida!
Servicios y Profesionales de la Boda de Arturo y Sara
Otros Proveedores
Otras bodas en La Quinta de Jarama
Ver todas
Otras bodas en Madrid
Ver todas
Jardín El Botero
Soto de Gracia
Aal Cachucho, Un oasis en el campo
Inspírate con estas bodas
Deja tu comentario