La boda de Anna y Claudi en S'Agaró, Girona

El día de nuestra boda

Los nervios afloran ese día, la suerte es que estás muy ocupado pensando, vistiéndote, hacerte las fotos, llegar, comprobar que todo esté listo, recibir a los invitados, y se va acercando la hora. Cada vez pasa más rápido, hasta que empieza la ceremonia. La disfrutas ya con tranquilidad. Te emocionas, te alegras que todo el mundo que quieres está ahí. De golpe, ya llega el Sí Quiero, y en nada termina y sales con la máxima felicidad de la iglesia. Todo el mundo se alegra de ese momento y eres muy feliz. Ahora ya solo queda divertirse, y como tienes a todo el mundo que quieres, no lo abarcas, vas de un lado para otro, a ver cómo está la gente, ¡y de por medio tienes que comer algo! Es muy divertido y ves como toda la gente se lo pasa genial. Sin duda, es el mejor día de tu vida y la pena es que te pasa rapidísimo...