La boda de Alejandro y Laura en Sanlucar De Barrameda, Cádiz

La ceremonia fue civil, pero de nuevo, gracias a la ayuda de Pepa, organizamos una ceremonia diferente y especial, con bastante participación en las lecturas personalizadas de nuestros amigos y familiares, donde conquistaron nuestros corazones con cada una de sus palabras.

Nuestra temática de la boda era la simbiosis de la fruta, la verdura, las flores y la naturaleza, acompañando a nuestra profesión y filosofía de vida. Recuerdo ese manto de telas y sábanas decorando la preciosa arboleda y destacando la naturaleza y monumentos de la Hacienda. A la entrada del banquete nos encontrábamos con un puesto de frutas y verduras en directo, con letreros del nombre de cada uno de nuestros invitados para encontrar su fruta o verdura y su mesa correspondiente.

Gracias a catering Antonio, disfrutamos de un menú exquisito. Elaborado por un coctel con 12 aperitivos, destacando la gastronomía local y aportando nuestro sorprendente hummus de aguacate y albahaca, que a nuestros invitados les encantó y Manolo cumplió con las expectativas de nuestra escucha y modificaciones. Continuamos con un almuerzo compuesto por una mariscada individual de nuestros mares cercanos, así como de una crema fría “ajo blanco” acompañado de trocitos de uvas y melón. Como pausa a nuestro menú, lo acompañamos con un sorbete de mandarina y así dar paso al plato principal a elegir entre un exquisito Pato con salsa de higos o Corvina a la marinera. El toque dulce lo protagonizó un brownie de nueces y chocolate con puré de mango donde algunos invitados no se resistieron en repetir. La guinda al pastel la pusimos con una divertida barra libre con actividades para todos los gustos: Pista de baile amenizada por un excelente dj, Jesús, y servicio de fotomatón. También hubo mesa dulce elaborada por Pepa y su equipo, compuesta por fruta, fuente de chocolate, dulces artesanales (gran regalo elaborado por nuestro cuñado), zumos naturales de grosella y manzana, frutos secos y golosinas.

Para los que querían hacer una pausa teníamos las zonas exteriores, donde el tiempo acompañó y disfrutaron de un atardecer y fuegos artificiales.

Ha sido un gusto ver la profesionalidad que había en cada rincón cuidando y atendiendo a nuestros invitados. La limpieza, otro punto a desatacar, donde disfrutamos de unos espacios y baños limpios en todo momento.

Acabamos a las 6 de la mañana con un muy buen sabor de boca. La felicidad y alegría de este día rebosaba en nosotros. Había salido todo como no esperábamos, ya que superó nuestras expectativas, principalmente porque confiábamos en que iba a salir bien y nos dejamos llevar por cada momento presente. Nuestros trajes y, principalmente el de novia, ha sido para el recuerdo de cómo acabaron, un vestido que habla por sí solo de lo bien que lo pasamos.