La boda de Aleix y Nuria en Canet De Mar, Barcelona
En la playa Verano Azul 0 profesionales
A&N
23 Jul, 2015El día de nuestra boda
El día que nos casamos fue la recompensa de una desastrosa etapa que ahora recordamos entre risas. Aunque no éramos una pareja muy tradicional y yo me había propuesto una boda sencilla, sucumbí a esas fuerzas sobrenaturales que nos atacan a todas las mujeres durante esa época y me volví tradicional y arcaica creyéndome que ese iba a ser el único día de mi vida y poniendo todas mis fuerzas para que saliera perfecto.
Fui a buscar el vestido por la mañana a una costurera que intentó arreglar aquel trapo venido de China. Corriendo me fui a la peluquería a hacerme unas hondas al agua, acompañada de mi sobrina que por su embarazo no veía la hora de salir de la peluquería eligiendo el peinado que quería. Una vez peinadas las dos, corrimos para casa de mis padres, ya que tenía que maquillar a mi sobrina, a mi madre y a mí misma. Mis hermanos, mi padre y una vecina que ya estaban de celebración, nos acompañaban y entre risas y nervios llegó la hora.
Llegamos a la playa mi padre y yo, todavía no habíamos salido del coche y se me pone a llorar. Fue entrañable la emoción que sentía, pero yo no podía parar de reír. Entre risa de felicidad y risa nerviosa. Recuerdo que tuvimos una discusión “sana” de por dónde teníamos que entrar y a qué velocidad.
Seguir leyendo »Entré descalza por la arena acompañada de mi padre y vi a toda mi familia, vestidos de blanco, con los collares de flores, haciéndome fotos, grabando videos y gritando: “¡Guapa!”. Al fondo estaba mi futuro marido, que reía nervioso, guapísimo, esperándome impaciente. Por ese cortito “paseíllo”, por lo espectacularmente guapos que estaban todos, por la belleza del momento y por los piropos que me llevé, ya había valido la pena. Realmente me sentí muy querida en ese momento.
La fiesta fue espectacular, con momentos muy inesperados. Hasta me hicieron un flashmob por mi cumpleaños. Todo funcionó superbién. El photocall, los looks hawaianos, los collares y pulseras de luces. Aunque no éramos muchos somos muy movidos, así que muy feliz.
Mi consejo para ti, si estás a punto de casarte, es que seas tú, no hagas caso de lo protocolario, de las tradiciones, se tú misma o tú mismo y haz lo que te dé la gana, que para eso es tu día. Y ya que es tu día, disfruta de las cosas que realmente son importantes: tus amigos, tu familia, tu pareja, la comida, la bebida… Y piensa que no se considera boda si no hay cosas que salen mal, así que tómatelo con filosofía. Va a pasar rápido, pero lo vas a disfrutar salga como salga, así que sin más nervios que “los normales para una boda”, te deseo que lo disfrutes tanto como lo hicimos nosotros.
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