La boda de Alberto y Cristina en Torrelodones, Madrid

El día de nuestra boda

Organizar una boda en mitad de una pandemia no ha sido tarea fácil. Hubo que adaptarse a las nuevas condiciones, y aprender a vivir con la incertidumbre de si se iba a poder realizar. Finalmente, llegó el día, faltó gente importante, pero fue el día más feliz de nuestras vidas. Los preparativos los vivimos en casa de nuestros respectivos padres con mucha emoción, y la llegada a la ceremonia fue mágica. Esta estuvo llena de momentos muy emotivos que jamás olvidaremos, creo que nadie se libró de reír y llorar. A pesar de las restricciones y las mascarillas, todo el mundo vivió el día con mucha emoción e ilusión; nuestros amigos nos sorprendieron con regalos, y todos quedaron maravillados con la finca y el servicio (Soto de Cerrolén, con Cortés de Moraga). No cambiaríamos nada de ese día, y recordarlo nos va a hacer sonreír siempre.