La boda de Alberto y Chio en Granada, Granada
Elegantes Verano Azul 4 profesionales
El 13/08/2016 393 1 5
A&C
13 Ago, 2016
El día de nuestra boda
¡Todo como esperamos! El sitio que escogidos es elegante y tiene magia por naturaleza; apenas hay que hacerle o tocarle nada para que sea maravilloso: el Carmen de los mártires es especial. Lo único que el trato con el personal que gestiona ese día tu palacio depende mucho del que te toque... En fin.
Lo que más nervios me daban era entrar a la Iglesia, pero la verdad que fue bajar del coche y se me pasó todo. Siempre recordaré que escuché a un niño, ajeno a la boda, de los tantos turistas que había en plaza nueva decir: ¡mamá una princesa! ¡Sonreí y se me pasó todo! Entrando a la Iglesia, tan acogedora, la verdad me sentí muy tranquila. Cuando vi a Alberto se me saltaron un poco las lágrimas… pero pensé en lo que mi amigo Nacho me dijo días antes de la boda: ¡keep calm and be a bride! Sonreí y subí las escaleras con ayuda de mi padre y Alberto, ya que el vestido me costaba manejarlo un poco.
La iglesia de san Gil y Santa Ana de Granada es pequeñita pero maravillosa. Lo que buscábamos sin más. Ambiente acogedor solo para familia y amigos más cercanos.
Seguir leyendo »El catering limonar 40 era de Málaga pero es sin duda un gran acierto. La comida es la mejor que he probado en una boda, eso sí, va acorde con el precio.
El vestido era de Rosa Clará. Hombros descubiertos, en realidad deberían haber sido más descubiertos, pero yo amoldé el vestido a mí, y lo subí un poco porque soy pequeñita, y más bajo no me habría quedado igual que a la modelo ¡seguro! El trato en la tienda fue maravilloso, sin igual. Perfectamente te asesoran, sin duda Rosa Clará siempre.
Mi anillo de pedida fue un diamante de Joyerías Sánchez, aunque también me regaló un anillo deDdior que yo quería y que pone ¡Oui!
Los zapatos eran de Membur, y la verdad me costó encontrarlos porque tengo un pie pequeño y no daba con los que quería justo, pero al final los encontré.
El velo era con nácar natural bordado, de Rosa Clará. Nada más escoger el vestido, Maribel (la chica que me atendió) sabía que ese tenía que ser el velo. También recordaré que cuando fui a por mi vestido de novia, me dijo 'con tu cara de niña podemos vestirte de princesa, de lo que tú quieras, pero sin encaje, porque no te pega'. ¡Saben perfectamente lo que te va y lo que no!
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