La boda de Aitor y María en Torrelavega, Cantabria

El día de nuestra boda

Mi boda fue mejor que como siempre la imaginé. Creo que domar mis nervios fue la clave del éxito. Me levanté tranquila y quise disfrutar cada minuto de ese día y así fue. Al llegar a la iglesia, no sabía si estaba en un sueño o era real, estaba muy impactada. Ahí estaba él, hasta que le oí decir: “Estás preciosa”. Y, ya pude poner los pies en la tierra.

La ceremonia fue preciosa y amena, la salida de la iglesia muy emocionante. La entrada al restaurante a ritmo de Guns&Roses fue lo más. Disfrutamos un poquito del lunch con música en directo y entramos ya al comedor, precioso decorado, a ritmo de Marisol y su corazón contento.

El almuerzo estuvo genial y llegó lo mejor: la fiesta. Fotomatón, toro mecánico, dj, buen ambiente, muchas copas y la gente maravillosa por la boda que nos habíamos currado, porque sí, realmente nos lo habíamos currado. Hemos hecho con nuestras manos e imaginación desde las invitaciones hasta la decoración del restaurante.

Nunca imaginé que fuese todo tan perfecto. Repetiría este día mil veces.