La boda de Adriana y Jairo en Almuñecar, Granada

La novia llegó en velero, sin que nadie supiera nada. ¡Ni siquiera ella misma! Fue toda una sorpresa. Esperándola sobre una alfombra azul en la playa estaba un gaitero, pues a mi mujer le encantan. La entrada de la novia fue... Sin palabras. No puedo describirlo. Novia más guapa no he visto jamás. La ceremonia fue súper emotiva. Fuimos casados por un gran amigo de la familia y por dos de nuestras mejores amigas, que tradujeron la boda al alemán. Además, estuvimos acompañados por un gran guitarrista y mejor persona. Incluso pude sacar voz para cantarle a mi mujer en el altar: Quiéreme de Nuria Fergó y Manu Tenorio.

Tras la ceremonia se ofreció a los invitados jamón y queso mientras se disfrutaba de las vistas en el mirador. Una vez se hizo oscuro pasamos al restaurante al cóctel de bienvenida. La verdad es que no pudimos probar mucho, pues estuvimos haciéndonos fotos con nuestra gente, pero todos los invitados nos dijeron que estaban riquísimos. La cena fue una pasada: todo riquísimo y un servicio excepcional. Durante la cena, volví a atreverme a cantarle a mi madre un pasodoble del gran Juan Carlos Aragón: Por anchos que sean los mares, de la comparsa los mafiosos. Un momento también muy bonito y emotivo.

Antes de la fiesta, iniciamos el baile con una salsa y una bachata. Mi mujer se cambió de ropa y estaba espectacular. Después, junto a un par de amigos y mis 3 primos, le hicimos un baile sorpresa a la novia. ¡Vaya, que no disfrutamos preparando el baile la noche antes de la boda! ¡En definitiva, creemos que la boda ha sido incluso mejor de lo que esperábamos y estamos súper felices y contentos de que todos nuestros invitados nos hayan dicho lo mismo!