He trabajado en grandes eventos con más de 200 invitados y en celebraciones más íntimas con tan solo una decena con la misma pasión, profesionalidad, exigencia y maestría.

Comencé muy pronto a cortar jamón en el negocio de hostelería que regentaban mis padres y donde me di cuenta de la importancia de la perfección en el corte. Esa búsqueda de la perfección para obtener el mejor sabor me llevó a convertirme en maestro cortador y en estos diez años como profesional he vivido grandes momentos.

Recuerdo con especial emoción un evento en Covadonga, donde tuve el honor de cortar para los Reyes de España y distintas autoridades nacionales y regionales.

Otro momento importante fue el día que conseguí el récord Guiness, un reconocimiento a todos mis años de preparación y trabajo.

He participado en bodas, eventos y actos de todo tipo, desde los más formales hasta las iniciativas más innovadoras, llegando incluso a convertirme en un “virtuoso violinista del jamón” cortando a ritmo de rock en plena calle.

Mi trayectoria profesional como cortador de jamón arranca desde hace 7 años que empecé a cortar asiduamente para empresas de hostelería, eventos y particulares.

Me apasiona cortar, ya que me relaja, me siento realizado y con ello ayudo a resaltar las virtudes del que creo que es el producto gastronómico premium por excelencia.

Además, también me preocupo mucho de la parte del estudio del cerdo (ibércio, duroc, aturcelta, etc.) y de las fases de elaboración (montanera, curación, etc.), ya que los cortadores somos el último eslabón de la cadena y no por ello los menos importantes, por lo que tenemos que tener una formación lo más exhaustiva del producto que estamos vendiendo.

Actualmente, formo parte de AGACUJ (Asociación Global de amigo/as del cuchillo jamonero), donde están integrados los mejores profesionales en todos los ámbitos relacionados con el jamón a nivel nacional.