La ciudad de Donostia-San Sebastián esconde en su territorio algunos de los tesoros más preciados de nuestra geografía. Su enclave perfecto, entre el mar y la montaña, hará que encontréis infinidad de sitios para hacer las primeras fotos de recién casados o una sesión preboda o postboda mágica.
Las parejas a las que les gusten las imágenes urbanas hallarán en el casco histórico de la capital guipuzcoana sus marcos preferidos. Vías como la Calle Mayor o la calle 31 de agosto, edificios como la Basílica de Santa María o la Iglesia de San Vicente, y locales como los bares de pintxos y las sidrerías de la zona serán paradas obligadas. En cambio, si preferís un escenario más señorial lo suyo será visitar el Palacio de Miramar, mientras que el Palacio de Congresos y Auditorio Kursaal será el fondo perfecto para un estilo de fotografía más moderna y alternativa.
Por otro lado, los puentes de María Cristina y de Zurriola os darán un enfoque mucho más romántico, al igual que el paseo marítimo y las tres playas más emblemáticas de la bahía: la playa de Ondarreta, la de Zurriola y la de La Concha. Si buscáis una vista más aérea de la ciudad como fondo de escena de la sesión, el Monte Urgull, el Monte Igueldo y el Monte Ulía os proporcionarán todo tipo de posibilidades. Además, podréis cubrir vuestras fotos de un aire verde y montañoso lleno de brillo.
Los más atrevidos tienen el Peine del Viento, uno de los símbolos estrella de la ciudad. Un lugar que tanto quedará bien para un retrato más salvaje de la pareja con las olas chocando contra las rocas como para un retrato más idílico con una puesta de sol de película. Como veis, Donostia-San Sebastián está plagada de rincones muy fotogénicos donde lograr unas fotos de ensueño.