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Bodas
Lugares para el banquete
Publirreportaje

Un día en Finca Montealegre

El pasado fin de semana tuvo lugar la feria de bodas Un día en la Finca Montealegre en la que muchos de vosotros pudisteis descubrir las maravillosas instalaciones de este lugar. Chata del Águila nos cuenta cómo fue todo.

* Artículo cedido por Chata del Águila, gerente de Finca Montealegre

"Hola a todas y a todos:

Diréis que soy una malqueda, que no os he contado nada de la feria pero es que no he tenido tiempo de nada. Tuvimos mucha suerte porque hizo un tiempo espectacular. Todo fue perfecto. En la entrada tenía a uno de mis chicos, la alfombra puesta, desde la puerta hasta la pradera, como si hubiera una boda. Tres bodas civiles montadas en el jardín del amor, la pradera y en el patio principal. Las dos primeras con sus nuevas decoraciones.

 

 

En la carpa y por orden: Las invitaciones de Invitarte, que es el otro proveedor que os recomendaba, junto con El atelier de Bea. Es el que trabaja para Leal Maese y el que se ocupa de estos temas para todas las fincas de la Comunidad de Madrid. A continuación, Viajes Ecuador y luego el stand de Manolo Moreno. Después, junto a la puerta, el chill out de Gustavo Marinaro, que fue una de las cosas que tuvo más éxito. Le encargaron tres o cuatro. A partir de la puerta, la joyería Del Pino que tiene unas joyas baratísimas y preciosas. Todos cayeron, hasta Enrique Sánchez que le compró una sortija a su mujer. En el gran rincón Humberto Marriote el dueño de Ocaflor, que me dejó alucinada con los ramos de novia. No hace ninguno igual.

 

 

En el patio estaba Fernando Maíllo, el maquillador de las famosas, que es un encanto y súper económico. Me estuvo contando la cantidad de novias de la Finca Montealegre que lleva maquilladas desde que le recomendé hace cuatro años. Su stand estaba genial porque me bajé un tocador antiguo de mi casa. En el otro lateral de la carpa, había 18 mesas con diferentes manteles y centros. Los chicos de Dosaune trajeron el equipo que montan para las bodas y animaron los dos días con su música.

 

 

Por las mañanas y después de comer, Leal Maese ponía cafés con croissants y dulces. Trajo unas galletas con el logo de “Finca Montealegre” que daba pena comérselas de lo preciosas que eran. A partir de las doce de la mañana y de las seis de la tarde, barra de mojitos y cuando llegaba una pareja con o sin familiares los sentaba en una de las mesitas y les ponía unas pizarritas con unos aperitivos que estaban buenísimos. Todo genial. 

 

 

Vinieron parejas para el año que viene e, incluso, para el 2015. Esto sí que me dejó fuera de órbita. También vinieron parejas para este año y, aprovechando que estaba aquí Enrique, le preguntaron precios para menús. Las que más vinieron fueron las parejas de este año que aprovecharon muy bien su tiempo, pues cerraron todos los detalles que les faltaban con los proveedores que estaban aquí y se fueron encantados. El lunes recibí correos de muchos de ellos diciéndome lo bien que les había venido tener a los proveedores que yo recomendaba, todos juntos, conocerlos, hablar con ellos y poder ver ”in situ” sus productos y sus precios. El stand de Jesús María siempre estaba a tope, porque tenía unos reportajes tan bonitos que cuando no eran los novios éramos todos nosotros los que estábamos embebidos viendo reportajes fascinantes de bodas.

María y Mase estuvieron aquí los dos días ayudando. Cuando entraba una nueva pareja se dirigían a ella para presentarse y ayudar. Gracias a las dos, por estar conmigo, por ayudarme, por hacerme compañía.. Os quiero.

Todo fue un éxito, pero yo eché de menos a las novias de otros años ¿Qué pasó con las demás? ¿Dónde estábais?"