Soy Lorena, creadora de Peludos Cuidados Como en Casa, un proyecto que nació de mi amor profundo por los animales y que se intensificó tras la falta de mi perrita. Ese vacío me llevó a volcarme aún más en el cuidado de otros peludos, tratándolos siempre como si fueran míos.

Hoy me dedico profesionalmente al 100% a ofrecerles compañía, cariño y bienestar, ya sea en las bodas o en su día a día. Paso mis jornadas cuidando perros, gatos y conejos en sus propias casas cuando sus familias están de vacaciones o fuera por cualquier motivo, asegurándome de que estén tranquilos y felices.

Con experiencia como peluquera canina, voluntaria en protectoras y casa de acogida, he aprendido a acompañar a peludos con diferentes personalidades y necesidades.

En las bodas, mi misión es que vuestro compañero de vida esté atendido y relajado, participando con alegría en los momentos especiales o descansando en calma mientras celebráis con vuestros invitados.

Porque sé lo importante que es para vosotros, y porque también merece ser protagonista a su manera en este día único.

Soy Estefanía y formo parte del equipo de Peludos Cuidados Como en Casa. Desde siempre me han apasionado los animales, y ahora tengo la suerte de dedicarme profesionalmente a cuidarlos y acompañarlos en momentos tan especiales como vuestras bodas.

Me caracteriza la paciencia, la ternura y la responsabilidad, cualidades que me permiten generar confianza y que los peludos se sientan cómodos y seguros conmigo desde el primer momento.

Además de ayudar con el cuidado del perro protagonista de la boda, también me encargo de atender a los peludos de los invitados. Según las necesidades, puedo estar con ellos durante toda la celebración o incluso llevarlos a sus casas para que estén tranquilos y seguros.

Convivo con mis dos teckels, que me han enseñado a tener una mirada atenta y paciente hacia cada animal, comprendiendo su carácter y sus tiempos.

Trabajar junto a Lorena y Carlos me permite ofrecer un servicio más completo: cuando somos varios, siempre hay alguien pendiente de los animales, asegurando que en ningún instante se queden solos o sin atención. Así logramos que vivan la boda con calma y cariño, igual que vosotros.