Será la huella que el arte musulmán dejó en cada rincón de esta ciudad, o el buen vino que da origen a su nombre, pero sin lugar a duda, Jerez de la Frontera es un lugar digno de visitar. Un amplio patrimonio histórico-arquitectónico llena las calles de la localidad y un marcado aire flamenco impregna el ambiente dentro de sus confines. El buen ambiente, el desparpajo gaditano y el encanto andaluz intrínseco de la zona dan vida a una de las regiones peninsulares con más prestigio internacional del momento.
La mezcla cultural e identitaria de esta población es la causante de su vertiente más tradicional, mientras que su gran atractivo turístico ha explotado su parte más cosmopolita. Los salones de boda que encontraréis repartidos a lo largo de su extensión son un claro reflejo de esta combinación entre modernidad e historia. Bodegas reconvertidas y amplios salones con características arcadas se alzan como una opción única que llenará de singularidad el entorno de vuestra celebración.
Alrededor de los jardines y parques que se encuentran custodiando el casco antiguo o en barrios como Las Albarizas de Monte Alto se emplazan algunos de los enclaves más espectaculares que se esconden en este municipio. La esencia más pura que se desprende de la plaza de la Asunción, la fascinación que crean monumentos como el de la iglesia de San Miguel o la iglesia de Mudéjar de San Dionisio son algunos de los mejores contextos que podrán dar cobijo a un Sí, quiero de ensueño.