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Bodas

Lecturas para bodas religiosas: los textos más románticos

Palabras que parecen que han sido escritas para vosotros, que narran con detalle vuestra historia, con gran significado para la pareja y para toda la gente que os acompañe en el gran día.

Lectura boda durante una ceremonia religiosa en una iglesia

Lectura boda durante una ceremonia religiosa en una iglesia

La ceremonia será, sin lugar a duda, uno de los instantes más emocionantes del día de vuestra boda. El momento en el que por fin os vais a convertir en marido y mujer ante la atenta mirada de todos vuestros familiares y amigos. Además de pensar en la decoración y la música que no faltará en la iglesia, es fundamental detenerse en los textos bíblicos que más ilusión os haga escuchar.

Índice de contenido:

Lecturas de la Biblia para bodas

La primera lectura suele estar relacionada con el amor y su significado, mientras que la segunda se trata, normalmente, de una carta evangélica. ¡Descubrimos las más emocionantes!

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios (12:31-13:8)

El amor es sufrido, es benigno;
el amor no tiene envidia;
el amor no es jactancioso, no se envanece,
no hace nada indebido, no busca lo suyo,
no se irrita, no guarda rencor;
no se goza de la injusticia,
si no que se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree,
todo lo espera, todo lo soporta.
El amor disculpa sin límites,
cree sin límites, espera sin límites,
aguanta sin límites.
El amor no pasa nunca.

Lectura del Cantar de los Cantares (Ct 2,8 – 10.14.16a; 8,6-7ª)

La voz de mi amado.
Mirad: ya viene, saltando por los montes,
brincando por las colinas;
mi amado es una gacela, es como un cervatillo.
Mirad: se ha parado detrás de mi tapia;
atisba por las ventanas, observa por las rejas.
Mi amado me habla así:
“Levántate, amada mía, hermosa mía, ven a mí.
Paloma mía que anidas en los huecos de la pena,
en las grietas del barranco,
déjame con tu figura”.

Mi amado es para mí y yo para él.
Ponme como sello sobre tu corazón
como un sello en tu brazo.
Porque el amor es fuerte como la muerte;
el celo, obstinado como el infierno.
Sus saetas son saetas de fuego.
Las grandes aguas no pueden apagar el amor
ni los ríos arrastrarlo.

Vista lateral del interior de una iglesia de gran tamaño durante la celebración de una boda religiosa con los novios en el altar

Libro de Ruth (1:16)

Respondió: Rut no me ruegues que te deje, y que me aparte de ti; porque a dondequiera que tú vayas, iré yo; y dondequiera que vivas, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios. Donde tú mueras, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aún me añada, que solo la muerte hará separación entre tú y yo.

Eclesiastés (4:9 – 12)

Más valen dos que uno,
porque obtienen más fruto de su esfuerzo.
Si caen, el uno levanta al otro.
¡Ay del que cae
y no tiene quien lo levante!
Si dos se acuestan juntos,
entrarán en calor;
uno solo, ¿cómo va a calentarse?
Uno solo puede ser vencido,
pero dos pueden resistir.
¡La cuerda de tres hilos
no se rompe fácilmente!

Lectura del libro del Apocalipsis

Yo, Juan, oí en el cielo algo que recordaba el vocerío de una gran muchedumbre, cantaban:
“Aleluya. La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios”.
Y salió una voz del trono que decía:
“Alabad al Señor, sus siervos todos,
los que le teméis, pequeños y grandes”.
Y oí algo que recordaba el rumor de una muchedumbre inmensa, el estruendo del océano y el fragor de fuertes truenos. Y decían:
“Aleluya. Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo, alegrémonos y gocemos y démosle gracias.
Llegó la boda del Cordero,
su esposa se ha embellecido,
y se le ha concedido vestirse de lino
deslumbrante de blancura — el lino son las buenas acciones de los santos —”.
Luego me dice: “Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero”.
Palabra de Dios.

Novio y novia comentan algo en el altar el día durante la ceremonia religiosa

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Lectura del libro del Sirácide (Eclesiástico 26, 1-4.13-16)

Dichoso el marido de una mujer buena;
se doblarán los años de su vida.
La mujer hacendosa hace prosperar al marido,
él cumplirá sus días en paz.
Mujer buena es buen partido
que recibe el que teme al Señor;
sea rico o pobre, estará contento
y tendrá cara alegre en toda sazón.
Mujer hermosa deleita al marido,
mujer prudente lo robustece;
mujer discreta es don del Señor:
no se paga un ánimo instruido;
mujer modesta duplica su encanto:
no hay belleza que pague un ánimo casto.
El sol brilla en el cielo del Señor,
la mujer bella, en su casa bien arreglada.

Lectura de la primera carta del apóstol San Juan

Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras. En esto conoceremos que somos de verdad y tranquilizaremos nuestra conciencia ante él, en caso de que nos condene nuestra conciencia; pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo.

Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios. Y cuando pidamos lo recibimos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, tal como nos lo mandó.

Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él; en esto conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio. Palabra de Dios.

Evangelio según San Marcos (10:6-9)

Al principio de la creación, Dios los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne. Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre.

Interior de una iglesia de gran tamaño vista desde el altar durante la celebración de una boda religiosa con los novios en el altar rodeados del padrino y la madrina

Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Romanos

Debemos no buscar nuestro propio agrado. Que cada uno de nosotros trate de ganar a su prójimo para el bien, buscando su edificación; pues tampoco Cristo buscó su propio agrado.

Y el Dios de la paciencia y del consuelo os conceda tener los unos para con los otros los mismos sentimientos, según Cristo Jesús, para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.

Por tanto, acogeos mutuamente como os acogió Cristo para gloria de Dios. El Dios de la esperanza os colme de todo gozo y paz en vuestra fe, hasta rebosar de esperanza por la fuerza del Espíritu Santo. Palabra de Dios.

La Biblia de Jerusalén, canción de canciones (2:8-10, 14, 16a; 8:6-7a)

Para amar hay que ser tan fuerte como la muerte.
Yo escucho a mi amado. Vean como él viene
brincando sobre las montañas,
saltando sobre las colinas.
Mi amado es como una gacela,
como un joven venado.
Vea donde él se para detrás de nuestras paredes.
Él mira dentro por la ventana,
él entorna los ojos a través de la celosía.
Mi amado eleva su voz, y me dice,
“Ven entonces, mi amor,
mi adorada, ven”.
“Mi paloma, escondida en la grieta de la roca,
en el abrigo del barranco,
me muestra su cara,
me deja escuchar su voz;
porque su voz es dulce
y su cara hermosa”.
Mi amado es mío y yo de él.
Él me ha dicho:
“Ponme como un sello sobre tu corazón.
Para amar hay que ser fuerte como la muerte,
celosamente implacable como Saúl.
El destello de esto es un destello de abeto,
una flama del mismo Señor.
El amor que no inunda puede extinguirse,
sin torrentes”.

Lectura boda: una pareja en el altar durante su ceremonia de boda religiosa

Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Efesios

Hermanos:

Yo, el prisionero por Cristo, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados.

Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos; sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu, con el vínculo de la paz.

Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola, es la meta de la esperanza en la vocación a la que habéis sido convocados.

Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo. Bendito sea por los siglos de los siglos. Amén. Palabra de Dios.

Lectura del libro de los Proverbios

Una mujer hacendosa, ¿quién la hallará?,
Vale mucho más que las perlas.
Su marido se fía de ella,
y no le faltan riquezas.
Le trae ganancias y no pérdidas
todos los días de su vida.
Adquiere lana y lino,
los trabaja con la destreza de sus manos.
Extiende la mano hacia el huso,
y sostiene con la palma la rueca.
Abre sus manos al necesitado
y extiende el brazo al pobre.
Engañosa es la gracia, fugaz la hermosura,
la que teme al Señor merece alabanza. Cantadle por el éxito de su trabajo,
que sus obras la alaben en la plaza.
Palabra de Dios.

Pareja a la salida de su boda religiosa en la iglesia mientras les lanzan pétalos de flores y confeti

Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Filipenses

Hermanos:

Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca. Nada os preocupe, sino que, en toda ocasión, en la oración y súplica con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Finalmente, hermanos, todo lo que es verdadero, noble, justo, puro, amable, laudable; todo lo que es virtud o mérito, tenedlo en cuenta. Y lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis y visteis en mí, ponedlo por obra. Y el Dios de la paz estará con vosotros. Palabra de Dios.

Palabras que parece que han sido escritas para vosotros, que narran con detalle vuestra historia, con gran significado para la pareja y para toda la gente que os acompañe el gran día. Disfrutad de este instante tan inolvidable, cargado de sentimiento.

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