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Bodas

Paula y Carlos, una boda en tonos marsala en pleno Montseny

Un espacio rural, colores vivos, decoración hecha a mano y amor, mucho amor. Así ha sido la boda de Paula y Carlos, una pareja comprometida con el medio ambiente. Una celebración llena de emociones en plena naturaleza.

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Una historia de amor que se empezó a forjar cuando apenas eran unos niños y que ha acabado en una emocionante boda a los pies del Montseny. Un entorno privilegiado que ha sido testigo de cómo se daban el sí quiero entre risas y lágrimas, delante de amigos y familiares.

Paula y Carlos tenían muy claro lo que querían y así lo han conseguido. Por una parte, toda la decoración ha sido elaborada con mucho cariño por ellos mismos y sus familiares; entre la que destacan troncos de madera como base para velas y ramos de flores, botellas reutilizadas para la lista de las mesas y marcadores hechos con simples corchos de vino. Pero no sólo la decoración fue DIY, el menú también fue totalmente personalizado por la pareja que soñaba con poder compartir su pasión vegetariana con el resto de sus invitados y ¡encantó a todos!

La novia escogió el color marsala -tono del vino originario de la ciudad del mismo nombre- como hilo conductor en su vestimenta y el resto de complementos. Los labios, los zapatos de Castañer, el ramo, una preciosa corona de flores de Beatriz Natmar y pendientes y colgante a juego. Por su parte, el novio vistió un sencillo traje en tonos claros con camisa blanca, muy adecuado para la época estival.

Tras la ceremonia celebrada en La Vinyassa, donde sus dos cockers también fueron protagonistas -llevaron los anillos al altar-, la fiesta siguió en el espacio del banquete donde no faltó de nada, baile, photocall, candy bar, espardeñas y baile de los novios con bengalas incluidas. Como curiosidad os contamos que la masía es propiedad de una pareja, tan enamorada de la naturaleza como Paula y Carlos, que decidió dejar su profesión de toda la vida y compartir este precioso espacio familiar para bodas y celebraciones.

Todos estos inolvidables momentos fueron inmortalizados por la fotógrafa Laia Ylla que supo captar el cariño que demostraron los novios durante toda la ceremonia y la elegante sencillez que envolvía el ambiente.

Una fiesta con toques campestres que acabó como rezaba uno de los carteles que decoraban la ceremonia: “Vivieron felices y comieron ¡tofu!”

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