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Bodas

La boda de Kim y James: un enlace de ensueño entre la nieve y las nubes

Cortina d’Ampezzo y su paisaje nevado fue el escenario escogido por unos novios que soñaban con una boda mágica y la hicieron realidad. ¡Inspírate con el gran día de Kim y James!

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La mayoría de las parejas optan por casarse durante primavera y verano, las épocas más cálidas del año, huyendo casi siempre del invierno y el otoño. Kim y James apostaron por no subestimar las épocas más frescas y evidenciaron que estas permiten incluir telones de fondo increíbles.

Desafiando al frío invierno

Los novios de esta preciosa boda, conscientes de la belleza que los Alpes ofrecen durante los meses más fríos, decidieron celebrar su boda en Cortina d'Ampezzo, un pueblo ubicado en la región del Véneto, el norte de Italia. Aprovechando un día soleado y la atmósfera evocadora de los picos nevados, la pareja consiguió un reportaje fotográfico digno de contextualizar un cuento de hadas; para ello, confiaron en el criterio y estilo de Francesco Brunello y Alessandro Ghedina.

Clásicos y en sintonía

Con mucha tranquilidad y tiempo suficiente para estar a la altura de la boda de sus sueños, Kim empezó el día con la sesión de peluquería y maquillaje; contando con la presencia de sus padres en todo momento, quienes la mimaron como a una princesa.

Una vez maquillada y peinada, kim se enfundó su vestido de novia. Para la ocasión, escogió un modelo confeccionado con encaje, de escote corazón y corte recto, con un toque muy personal: una cinta de seda rosa anudada a la espalda que ceñía la cintura y hacía juego con los tonos de las flores de su ramo tipo bouquet. En cuanto a los zapatos, la novia calzó unos peep toes de raso con detalle de pedrería, para la ceremonia y unas botas acordonadas de color marrón, para andar sobre la nieve.

Por su parte, James -también acompañado por sus padres y el cariño que le dieron- optó por un look clásico. Se puso el traje gris merengo que decidió vestir el día de su boda. En cuanto al resto del atuendo, optó por una camisa blanca, contrastada con una corbata negra lisa y unos zapatos de cuero marrón oscuro.

Un enclave indiscutiblemente único

Tal y como marca la tradición, la novia llegó a la ceremonia después del que, poco después, sería su marido. Para la celebración, la pareja eligió la terraza de un precioso refugio al que se accede con el teleférico “Freccia nel cielo”, que se encuentra en la mitad de los picos

Es indiscutible que el paisaje era idílico y la decoración de la terraza del refugio estaba decorada de forma minuciosa, siendo acogedora y con muchísimo encanto: sillas de madera con cojines estampados y mulliditos, mantas para combatir las bajas temperaturas, corazones y otros elementos DIY… Y un hilo musical, acorde al contexto, de la mano de un dúo que hizo sonar la melodía de un violín y un arpa.

Postales de amor para el recuerdo

Tras contraer matrimonio, los ya “marido y mujer”, se ausentaron para ir a la Tofana. Allí realizaron fotografías dignas de admirar. Las preciosas vistas, el ambiente 100% natural, la pureza del blanco de la nieve, el reflejo del sol, el contraste con el cielo azul, las nubes y la felicidad de los recién casados fueron retratados elevándolos al máximo exponente en imágenes que transmiten tranquilidad y mucho amor.

Una cita especial, familiar e íntima

El banquete fue generoso e incluyó “bombardino”, una bebida típicamente italiana. Cómo no, terminó con pastel nupcial, que fue clásico y de nata.

Para terminar el día y la fiesta: ¡un baile! Las fotografías espontáneas reflejan la diversión que se vivió e inmortalizan algunos momentos que seguro que los novios jamás olvidarán.

Kim y James nos han convencido de que ¡el amor rodeado de una atmósfera singular y única luce todavía más si cabe!

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