Iván y Patricia, una boda solidaria con Unicef

Nuestro gran día se realizó el pasado 12 de octubre en la Masía Mas Llombart, un lugar maravilloso envuelto por la naturaleza que ofrece la Sierra de la Marina. El equipo de la masía nos recomendaron hacer el ritual de arena para la ceremonia civil que hicimos allí mismo. Este rito muy sencillo y muy visual, consiste en que cada miembro de la pareja verse un recipiente de arena de diferente color en otro recipiente de arena más grande. Simboliza la unión y la entrega de los novios, viviendo su amor desde la individualidad.

Después de este momento tan emotivo tuvo lugar el aperitivo donde todos los invitados pudieron disfrutar del bello lugar y la rica comida. El siguiente momento más especial fue durante el banquete donde hicimos una sorpresa que teníamos preparada, con un vídeo de lo más divertido. La decoración de las mesas era muy original siguiendo los tonos rojo y negro que habíamos elegido.

Sin embargo, para nosotros el detalle más significativo de nuestra boda fue el regalo que les hicimos a nuestros invitados. Estuvimos mirando muchas opciones para regalar algo especial y al final nos decidimos por una iniciativa de Unicef: El Regalo Azul. Nos pareció el detalle de boda más original y una forma de agradecerles a nuestros familiares y amigos su presencia en uno de los días más importantes para nosotros. Pero también encontramos una forma de que nuestra alegría llegara muy lejos, hasta los niños que más lo necesitan.

Cuando fui a informarme, la gente de Unicef me garantizó que nuestro Regalo Azul se convertiría en un envío de material al lugar donde más se necesita, como por ejemplo en Siria o Filipinas, donde ahora viven una situación de emergencia grave para los niños, y que nosotros mismos podíamos descubrir lo lejos que había llegado a través de Internet y la página web de Unicef. 

Ya sólo nos quedaba escoger qué queríamos regalar a la infancia más necesitada y vulnerable: podían ser vacunas, medicinas, agua potable o material escolar y se enviaría a uno de los 150 países en vías de desarrollo donde Unicef trabaja día a día para proteger y garantizar los derechos de la infancia. 

Nuestros invitados estuvieron muy sorprendidos y entusiasmados con la idea de formar parte de esta iniciativa y compartir este detalle con la infancia. Todo fue de maravilla y logramos cumplir con nuestro sueño de tener una boda especial. Para nosotros, una boda única.

Fotografía: Víctor Díaz Fotvik.