Ideas para personalizar tu ramo de novia

Hay tres cosas que definen por completo a las novias. Una de ellas, como es obvio, es el vestido de novia que, a partes iguales, deberá representar a la perfección sus gustos y ensalzar su figura, lo que también conseguirá con el segundo elemento, los zapatos de novia, dependiendo del diseño y el tamaño del tacón. El tercer accesorio es el protagonista de este artículo: el gran ramo de novia con el que todas sueñan. Dirá mucho de ti y de tu personalidad, por lo que conviene que le prestes la debida atención. Si deseas que sea tan único como tú, no te pierdas estas prácticas ideas.

Las flores

Indudablemente, el alma del ramo son las flores. Así que elige tus preferidas, sobre todo si son de temporada, o bien escógelas según las tonalidades que te apetezca combinar. También puedes incorporar algunas flores de jardines importantes para ti o para vuestra historia de amor.

Si dispones las flores con regularidad y simetría obtendrás un bouquet más clásico, elegante y pulido, un tipo de ramo de novia natural que encajará a la perfección con los más tradicionales vestidos de novia de corte princesa, pues la estructura abullonada de la cola y del ramo presentan cierta simetría muy estética.

Actualmente, sin embargo, es tendencia adoptar un estilo más desenfadado, campestre y shabby chic para configurar ramos de novia silvestres. Este último es más adecuado si lo combinas con un vestido de novia de corte sirena, ya que la caída de la cola se asemeja a la forma de las propias flores silvestres.

En cualquier caso, estas asociaciones son libres. Elige el ramo que más te guste con independencia del vestido que hayas escogido. Si te encanta a ti, será el ideal. También puedes incorporar a las flores otros detalles, como plumas, perlas, pedrería y variados elementos decorativos acordes con el enclave del día B. Por ejemplo, pequeñas mariposas y pájaros si os casáis en el bosque o en el campo. Y, en caso de que hayáis elegido la costa, añade estrellas de mar o caracolas.

Los adornos del tallo

Existen muchas opciones para diseñar ramos de novia originales aprovechando el tallo que sobresale bajo los pétalos. Considera en primer lugar la tela con que cubrirlo, en caso de que quieras hacerlo, como es habitual. Puedes pedir en la tienda de vestidos de novia donde hayas encargado el tuyo que te faciliten un pedazo de la tela con la que lo vayan a confeccionar, o bien decantarte por algunas texturas románticas, como el tul, la puntilla, el encaje o la seda. En caso de que las ideas de tu boda discurran en contextos más naturales y orgánicos, utiliza tejidos rústicos, como la cuerda de yute o la tela de arpillera.

Una vez que hayas escogido la textura que mejor cuadre con las flores y el estilo del ramo, tienes dos opciones a la hora de colocar la tela. Una de ellas es dejarla colgar, sobrepasando el límite del tallo, de forma que sobresalga medio metro aproximadamente en forma de una o varias tiras. La otra posibilidad es acoplar la tela como asidero de tu mano. En ese caso deberás apretar la tela en torno al tallo para dejar el envoltorio más corto, de manera que pueda verse un trozo de verde al final de este. Otra buena idea es que lo decores con algún detalle, como unos botones cosidos, llaves vintage, camafeos familiares, broches, medallas… Para honrar la memoria de algún ser querido es habitual añadir una pequeña fotografía al ramo y tenerlo presente de un modo muy emotivo.

Ten en cuenta que después, según la tradición, regalarás el ramo a la chica más especial de entre todas las que han recibido las invitaciones de boda: tu hermana, tu prima, una amiga íntima... En caso de que quieras repartir más de uno puedes crear réplicas del ramo pero un poco más pequeñas. Y si tienes tiempo de personalizárselos, hazlos combinar con sus propios vestidos de fiesta. ¡Les encantará!